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Migrantes esperan desembarcar de la nave ‘Diciotti’ que ha llegado al puerto de Catania. REUTERS

La gestión de la inmigración empieza a sumir a Italia en un caos institucional inaudito. El barco Diciotti de la Guardia Costera italiana, con 177 inmigrantes a bordo rescatados el pasado jueves en el Mediterráneo, está atracado desde el lunes por la noche en el puerto de Catania (Sicilia) a la espera de que las autoridades autoricen el desembarco de los migrantes. El ministro de Transportes e Infraestructuras, Danilo Toninelli, del Movimiento 5 Estrellas, con competencias sobre los puertos, permitió el lunes el atraque del barco. Sin embargo, el ministro del Interior y líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, de quien debe partir el permiso para el traslado a tierra de los inmigrantes, se niega a dejarlos bajar de la nave y exige que sean distribuidos entre diferentes países de la Unión Europea.

En un tira y afloja que dura ya dos días, los dos ministros se han lanzado informaciones contradictorias. Por un lado, Toninelli, que como gran parte de las filas del M5S ha mantenido posiciones ambiguas sobre el tema de la inmigración, informó el lunes por la tarde a través de un tuit de que el barco llegaría a un puerto italiano: “La nave Diciotti atracará en Catania. Los valientes hombres de la Guardia Costera han cumplido con su deber salvando vidas humanas […]. Que ahora Europa haga deprisa su parte”.

Mientras que por el otro, Salvini, que representa el ala más dura del Gobierno en materia migratoria y está consiguiendo imponer su línea al Ejecutivo en coalición de la Liga y el Movimiento 5 Estrellas, le replicó a través de un comunicado. En él dejó claro que “no ha dado ni dará ninguna autorización para el desembarco de los inmigrantes de la nave Diciotti hasta que no tenga la certeza de que los 177 irán a otra parte”. En declaraciones a los medios reafirmó su ultimátum: “He dicho a los amigos europeos que si hay una ayuda concreta, rápida e inmediata, está bien”.

La situación se había tensado el pasado domingo cuando el liguista amenazó con devolver a los inmigrantes a Libia si la Unión Europea no intervenía. El martes, a través de Twitter volvió a lanzar el mismo órdago: “O Europa empieza a hacerlo en serio defendiendo sus fronteras y recolocando a los inmigrantes o empezaremos a devolverlos a los puertos de los que han salido. Italia ya ha hecho su parte y cuando es demasiado, es demasiado”, sentenció.

Las personas a bordo y la tripulación llevaban al menos cinco días a la deriva y ahora se encuentran bloqueados en el puerto sin poder abandonar el barco. El pasado jueves dos naves italianas de la Capitanía de puerto rescataron a 190 inmigrantes cuando se encontraban en dificultad en aguas de Malta y los trasladaron a la patrullera de los guardacostas. Más tarde evacuaron de urgencia a 13 de ellos por problemas de salud y los llevaron a la isla de Lampedusa.

La portavoz de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Italia, Carlotta Sami, ha confirmado a El País que a bordo hay personas que necesitan asistencia urgente. “La Guardia Costera ha hecho, como siempre, un trabajo excelente en el rescate, pero sabemos que muchas de las personas han sufrido abusos, maltratos y torturas y por lo tanto están en una condición muy frágil” explica. Y añade que en el barco también hay al menos unos 30 menores no acompañados. Todos “necesitan una asistencia específica a la que tienen derecho y es importante que puedan desembarcar, porque tienen que tener la posibilidad de solicitar asilo si quieren, como prevé el derecho internacional”, puntualiza Sami. Y habla de un nuevo episodio en punto muerto “muy preocupante”.

La portavoz recuerda que es la primera vez en los últimos cuatro años en la que se registra un número absoluto tan bajo de llegadas a través del mar. “En particular Italia registra en torno a un 85% menos”, menciona. Mientras que el número de muertos, en proporción, se ha disparado. Según la Organización Internacional para las Migraciones, en lo que va de año han muerto al menos 1.524 personas intentando cruzar el Mediterráneo, una cifra que solo se había alcanzado en 2014. “Debería representar un impulso para los Estados para sentarse a la mesa en busca de soluciones que puedan servir a largo plazo, no algo forzado o tácticas de mano dura”. Sami recalca que no hay motivos para hablar de ningún tipo de emergencia migratoria, sino de una humanitaria “que viene de las condiciones en las que los inmigrantes viven en Libia y el riesgo al que se enfrentan cada vez que atraviesan el Mediterráneo”.

El lugarteniente de la Guardia Costera italiana, Antonello Ciavarelli, calificó la situación del Diciotti, en una entrevista con Il Corriere della Sera el lunes, como “incomprensible” y “vergonzosa”.“¡Es un barco militar del Estado italiano y no puede amarrar en un puerto italiano!”deslizó.

Hace unos días, el ministro de Asuntos Exteriores Enzo Moavero Milanesi inició algunos contactos con socios europeos en busca de un acuerdo de repartición de los inmigrantes, como ha ocurrido en otras ocasiones recientes, pero por el momento no se ha anunciado ninguna solución

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