Publicidad

Gregorio De Santis no podrá estar nunca lo suficientemente agradecido a su hermana. Ella le insistió que limpiara un armario repleto de ropa y que donara algunas de sus prendas. De Santis, que reside en Montreal, acabó accediendo y su vida ha cambiado para siempre. En el bolsillo de una chaqueta vieja, encontró un billete de lotería comprado en diciembre de 2017. El pasado viernes decidió ir a una sucursal de lotería para saber si había tenido algo de suerte. La sorpresa fue monumental: acababa de ganar 1,75 millones de dólares canadienses, el equivalente a 1,35 millones de dólares estadounidenses.

El hombre tuvo mucha suerte, nunca mejor dicho, porque el boleto solo puede cobrarse en el primer año desde la compra. De Santis lo compró el pasado 6 de diciembre, por lo que caducaba en dos meses. El afán de limpieza de su hermana condicionará ahora el resto de su vida. “¡Nunca hubiera mirado en ese armario de no ser por ella!”, ha reconocido.

De Santis lleva jugando a la lotería desde los años setenta. Lo único que había ganado hasta ahora era un premio de 4.000 dólares canadienses la década pasada. Abrumado por el suculento bote, las primeras ideas del hombre pasan por destinar el dinero a su fondo de pensiones y en llevar a su sobrino a ver partidos de hockey hielo. Aunque seguramente lo primero que debería hacer es comprarle un buen regalo de agradecimiento a su hermana.

 

Publicidad