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Santiago de Chile, 8 jun (EFE).-Un juzgado civil de Santiago falló a favor de una demanda interpuesta por Héctor Llaitul, líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), grupo de resistencia radical mapuche, en la que éste solicitaba una compensación millonaria por las torturas sufridas a manos de las fuerzas de Seguridad del Estado durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1989), informaron a Efe fuentes judiciales.

Según las mismas, el fallo, emitido por el séptimo Juzgado Civil de la capital estipula que el controvertido líder mapuche reciba una compensación por valor de 12 millones de pesos (unos 15.000 euros) por los abusos y crímenes de lesa humanidad a los que se vio sometido cuando era estudiante y miembro del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).

El nombre de Llaitul aparece en los registros de la Comisión Valech, organismo chileno presidido por el monseñor Sergio Valech creado para esclarecer la identidad de las personas que sufrieron privación de libertad y torturas por razones políticas, cometidas por agentes del Estado o de personas a su servicio entre septiembre de 1973, fecha del golpe de Estado, hasta marzo de 1990, fecha en la que se restableció la democracia en Chile.

Según los citados registros, el líder mapuche fue detenido por Fuerzas Especiales de Carabineros el 28 de abril de 1988 en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, durante una marcha y protesta contra Pinochet.

Desde allí fue trasladado en la cárcel de Quillota, donde fue incomunicado, torturado con corriente y agua, sometido a otras vejaciones y mantenido sin comida, durante 10 días seguidos.

La sentencia se conoce semanas después de que grupos de la oposición exigieran al Gobierno que interpusiera una querella contra LLaitul por llamar públicamente a la “resistencia armada” contra el Estado de Chile en respuesta a la decisión del Ejecutivo de declarar Estado de Excepción en la llamada “Macrozona Sur”.

La decisión del Gobierno, que había prometido no recurrir al Ejército, buscaba frenar el incremento de los actos de violencia y sabotaje que se producen con regularidad en esta región, escenario de un ancestral conflicto entre los colonos a los que el Estado cedió tierras, los pueblos originarios mapuche y las grandes empresas forestales que explotan y diezman los bosques de la Araucanía y Bio Bio, un área de alto valor ambiental.

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