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La sombra de una acusación de abuso sexual acaba de posarse sobre el proceso de confirmación de Brett Kavanaugh como nuevo juez del Tribunal Supremo. Los demócratas anunciaron el jueves, sin apenas detalles, que habían trasladado al FBI una denuncia contra el nominado de Donald Trump para que se investigara. Según avanzó la revista The New Yorker este viernes, se trata del relato de una mujer sobre un intento de violación por parte del juez conservador cuando ambos eran estudiantes de instituto. Kavanaugh ha negado los hechos y tiene el camino despejado para lograr la bendición del Congreso hasta las elecciones legislativas, dada la mayoría republicana. Pero si este caso se revelase sólido, cualquier aplazamiento pondría en peligro el nombramiento.

El juez emitió un comunicado desmintiendo todo con rotundidad. “Niego categórica e inequívocamente esta alegación. Yo no he hecho eso ni en el instituto ni en ningún otro momento”. Mientras, 65 mujeres que defienden la nominación de Kavanaugh y dicen conocerle de la época del instituto, difundieron una carta en la que aseguran que este siempre trató a las mujeres “con respeto y decencia”.

La mujer que lo acusa ha reclamado el anonimato, según explicó el jueves la senadora demócrata Dianne Feinstein, miembro del Comité Judicial del Senado, responsable de las audiencias de confirmación del nominado al Supremo. “He recibido información de un individuo referente a la nominación de Brett Kavanaugh”, señaló Feinstein, quien añadió que tal individuo había reclamado encarecidamente confidencialidad. “He respetado esa decisión aunque he trasladado el asunto a las autoridades federales”. El FBI recibió la información el miércoles y lo incluyó en el proceso de investigación habitual del pasado de cualquier nominado.

Es una incógnita por qué los demócratas no han hecho pública ni trasladado la acusación al FBI hasta ahora, antes de la votación pero una vez ha concluido el proceso de audiencias, que se centraron sobre todo el perfil conservador y religioso del juez y el riesgo de parcialidad que eso suponga en asunto como el aborto. Los progresistas estadounidenses temen un retroceso. Los miembros del Supremo, la máxima autoridad judicial de EE UU, son cargos vitalicios y su nombramiento uno de los grandes actos de poder de un presidente. La confirmación de Kavanaugh supondrá un giro a la derecha en el Tribunal, ya de mayoría conservadora.

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