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Asunción, 16 abr (EFE).- En un escenario político dominado por hombres y concentrado en la disputa entre el oficialismo y la alianza opositora, Rosa Bogarín, una médica nacida en Asunción, es la única mujer que aspira a la Presidencia de Paraguay en los comicios del próximo día 30, respaldada por comunidades campesinas y de los pueblos originarios.

La candidata presidencial paraguaya Rosa Bogarín habla durante una entrevista con EFE el 27 de marzo de 2023, en Asunción (Paraguay). EFE/Rubén Peña

Bogarín lidera la dupla del Partido Socialista Democrático Herederos, organización que sumó el apoyo del Consejo Nacional de Liberación Popular, que integra Bogarín y fue creado hace dos años para aglutinar sectores urbanos y sectores rurales de base.

Ella es parte del grupo de trece candidatos a presidente incluidos en la boleta electoral. Otras seis mujeres se han postulado en esta ocasión a la Vicepresidencia. En el caso de Bogarín, su acompañante es el ingeniero Herminio Lesme.

A sus 54 años, esta profesional que ejerce la medicina en hospitales del Instituto de Previsión Social (IPS), un organismo estatal, descarta que su postulación se deba a una autocandidatura y la atribuye a la elección de los delegados de catorce departamentos donde han conformado listas de aspirantes a la Cámara de Diputados, el Senado, las gobernaciones y las juntas departamentales.

DAVID CONTRA GOLIAT

Sobreviviente y combatiente del cáncer, como ella misma se define, esta mujer considera que su candidatura es “la de gente humilde, la gente obrera, la gente trabajadora del campo” y “los hermanos originarios”.

Su campaña, puntualiza, la financian con el esfuerzo personal: “sale de nuestros compañeros que en la chacra tienen que vender sus productos para gerenciarse, por lo menos moverse en sus departamentos y llevar nuestro proyecto, extenderlo a las comunidades. Nace de mi esfuerzo laboral”, afirmó.

“Es la lucha, como decimos, de David contra Goliat”, y en este caso el gigante “son los partidos tradicionales”.

Más que por un cargo, su apuesta es por “la construcción del poder popular”, de una ciudadanía capaz de “sacar a los políticos que no hacen bien la tarea” o de obligarles a que la cumplan.

EDUCACIÓN Y TIERRA, PRIORIDADES

Hija de funcionario de la Corporación de Obras Sanitarias (Corposana), entidad ya desaparecida, Bogarín logró pagar la universidad de sus cinco hijos, y por ello sitúa la educación y la propiedad de la tierra como sus principales prioridades, en caso de alcanzar la Presidencia.

“Si la gente tiene la posibilidad de un trabajo digno y de hacer estudiar a su familia, como mi papá hizo conmigo y con mis hermanos, eso nomás es lo que yo quiero la gente también”, confiesa.

De llegar al Ejecutivo, dice que su primer decreto será la “regularización de los asentamientos campesinos y originarios” en los que muchas comunidades permanecen desde hace años sin accedr a su propiedad y de donde son desalojadas para establecer grandes plantaciones de soja.

“Paraguay tiene cuarenta millones de hectáreas y hoy tenemos campesinos que no tienen ni un mísero metro cuadrado de tierra donde asentarse con su familia. Eso es inadmisible”, recalca.

A cambio, propone un “círculo” de desarrollo conformado por la tierra, la producción y la industrialización. También aboga por un techo para las muchas personas que viven bajo techos de hule (plástico).

Su candidatura es una respuesta al sufrimiento de los más necesitados, asegura, y por ello reclama que “la equidad social es una necesidad urgente”.

“Lloré muchas veces de impotencia al ver cómo nuestra gente era avasallada en nuestro país. Policías que van a quemar los ranchos de nuestra gente. Lo poco que tienen, el esfuerzo inmenso que muchas veces se les va en un día”, relata refiriéndose a los desalojos de tierras.

Y como médica le duele especialmente el haber firmado “muchos certificados de defunción”, porque faltan insumos en un hospital y eso “le cuesta la vida a los pacientes”.

Laura Barros

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