CARACAS, 13 ABRIL.- La situación política en Venezuela ha ganado atención internacional, especialmente desde marzo, cuando la oposición denunció obstáculos para inscribir a su candidata presidencial, Corina Yoris, de cara a las elecciones del 28 de julio. Este evento desató críticas de diversos líderes izquierdistas, entre ellos Gustavo Petro de Colombia y Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil.
Petro calificó las inhabilitaciones de opositores como un “golpe antidemocrático”, mientras que Lula cuestionó los impedimentos para inscribir a Yoris, seleccionada debido a la sanción que pesa sobre María Corina Machado, ganadora de las primarias antichavistas. Esta situación ha llevado a una nueva mirada crítica sobre Venezuela por parte de la izquierda latinoamericana, que históricamente ha mostrado solidaridad con el país caribeño.
En contraste, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, adoptó un tono más ambiguo al pedir que se permita a Venezuela votar “en libertad”. Esta posición fue bien recibida tanto por el Gobierno venezolano como por la oposición.
El experto internacionalista Félix Arellano señaló que estas posturas reflejan un cambio significativo en la izquierda latinoamericana, que ha mostrado una solidaridad menos crítica con Venezuela en el pasado. Además, destacó que la comunidad internacional está presionando por condiciones competitivas en las elecciones venezolanas.
Sin embargo, el diputado chavista Roy Daza defendió el proceso electoral venezolano, afirmando que se cumplió adecuadamente con la inscripción de candidatos. Aunque expresó preocupación por las críticas de líderes internacionales como Lula y Petro, confía en que esto no afecte las relaciones exteriores de Venezuela.
Por su parte, el presidente Nicolás Maduro rechazó las críticas externas y el “injerencismo” en los asuntos internos del país. Jorge Rodríguez, jefe del Parlamento venezolano, también respondió a las críticas de manera contundente.
Este panorama refleja la complejidad política que enfrenta Venezuela en un contexto internacional cada vez más crítico y vigilante respecto a los procesos electorales y la democracia en la región.
