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Casi 75% de las reservas internacionales de Venezuela está en oro y entre 2014 y 2016 el BCV en lugar de vender los lingotes decidió usarlos como garantía en operaciones financieras con la banca internacional para ganar liquidez. La idea era repagar los préstamos para no perder el oro.

Pero las sanciones que aplicó la administración de Donald Trump contra el BCV permitieron que Citibank y Deutsche Bank que se queden con 1.400 millones de dólares en oro que la autoridad monetaria venezolana había acordado recomprar en 2020 y 2021, según fuentes locales del sector financiero y de la oposición.

Ambas entidades financieras resolvieron que se produjo “un evento de incumplimiento” que estaba establecido en los acuerdos, una vez que se aplicaron esas medidas contra el Banco Central, según las personas familiarizadas con las operaciones.

“Ejecutaron las garantías porque BCV no notificó sobre las sanciones y eso está en el contrato”, apuntó una de las fuentes.

Citibank y Deutsche Bank declinaron comentar sobre el caso. El BCV no respondió a una solicitud de información.

Reuters no tuvo oportunidad de ver los contratos que firmó el BCV con los bancos globales, y no quedaba claro de inmediato si el instituto emisor puede reclamar ese oro en el futuro.

CADA VEZ MÁS COMPLICADO

A partir de 2017, el BCV sólo había podido recuperar parcialmente los lingotes que colocó en garantía, al tiempo que comenzó a vender decenas de toneladas de oro en naciones aliadas como Turquía para conseguir divisas, según dijeron fuentes y estadísticas oficiales.

En marzo, el BCV no consiguió pagar unos 1.100 millones de dólares a Citibank en una recompra pactada para recuperar lingotes comprometidos. Venezuela debía cancelar otros 400 millones de dólares a Citibank en 2020 bajo esos acuerdos, pero la institución ejecutó la garantía.

Ambos bancos globales pueden ahora vender el oro venezolano y quedará pendiente devolver un remanente al país, que en la práctica tampoco pueden entregar al BCV bajo las sanciones financieras vigentes, según apuntaron las fuentes.

La prudencia de los bancos se debe a que Estados Unidos y otra decena de naciones no reconocen el segundo mandato de Nicolás Maduro tras unas elecciones cuestionadas y apoyan al jefe del Parlamento, Juan Guaidó, quien en enero asumió la presidencia interina invocando la Constitución.

El equipo de Guaidó inició acercamientos con Citibank y Deutsche Bank para conseguir que una porción del dinero por los canjes de oro se deposite en cuentas bancarias que no pueda manejar la administración de Maduro, dijeron tres de las fuentes consultadas.

Las medidas que impuso Estados Unidos a la autoridad monetaria buscando cercar al gobierno de Maduro también obligaron al BCV en mayo a suspender un mercado oficial de venta de divisas que administraba por la renuencia de los bancos internacionales a servir de intermediarios en esas operaciones.

Desde mayo, la banca local maneja las operaciones cambiarias entre privados y también ofrece euros en efectivo a sus clientes que aporta el Banco Central bajo las nuevas limitaciones.

“Era el camino financiero que les faltaba por cerrar”, dijo una fuente de una firma consultora local en referencia a las sanciones contra BCV, tras medidas similares que aplicó Estados Unidos a la petrolera estatal venezolana, bancos públicos que administra el gobierno de Maduro y decenas de sus funcionarios.

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