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Pekín, 1 jul (EFE).- La estricta seguridad, los cierres de carreteras, la lluvia torrencial y la visita relámpago de Xi Jinping caracterizaron la vida de Hong Kong en las últimas 48 horas, ya que la antigua colonia británica celebró hoy el 25 aniversario de su entrega a China.

Pantalla en una calle de Hong Kong que muestra el discurso del presidente chino, Xi Jinping. EFE/EPA/MIGUEL CANDELA

El 1 de julio, que también marcó la mitad del camino de Hong Kong según la promesa de 50 años de Beijing de mantener sus libertades liberales después de la entrega, los hongkoneses se despertaron con la garantía del presidente chino Xi de que el modelo de gobierno de ‘un país, dos sistemas’ no cambiaría.

Pantalla en una calle de Hong Kong que muestra a John Lee. EFE/EPA/MIGUEL CANDELA

Alrededor de las 10.15 hora local (02.15 GMT), Xi, su séquito y la élite pro-Pekín de Hong Kong se reunieron en el gran Centro de Convenciones y Exposiciones en Wan Chai para presenciar la toma de posesión del nuevo líder de la ciudad, John Lee.

Al pronunciar su discurso, Xi dijo que ‘un país, dos sistemas’, un principio constitucional formulado por la China regida por los comunistas para gobernar Hong Kong después de 1997, tuvo éxito bajo la “jurisdicción integral” de China.

“Este es un buen sistema, no hay ninguna razón para cambiarlo. Hay que mantenerlo a largo plazo”, dijo.

El líder chino también elogió a la ciudad financiera asiática por su “libertad” y “entorno empresarial de clase mundial”, y destacó que se debe defender el principio de “los patriotas gobiernan Hong Kong” y mantener la “posición y ventajas únicas” de la ciudad.

Durante la ceremonia, Lee, quien en mayo obtuvo el 99 por ciento de los votos en las elecciones a pequeña escala para convertirse en el nuevo director ejecutivo de la ciudad, prestó juramento junto con su gabinete y los nuevos miembros del Consejo Ejecutivo.

Expolicía y exministro de seguridad sancionado por EE. UU. por supuestamente “socavar la autonomía de Hong Kong”, Lee prometió “implementar con precisión el principio de ‘un país, dos sistemas’”.

Hablando en mandarín, el idioma oficial de China continental, el nuevo líder de 64 años aseguró “salvaguardar la soberanía, la seguridad nacional y los intereses de desarrollo de nuestro país, y garantizar la prosperidad y estabilidad a largo plazo de Hong Kong”.

Dos horas antes, Lee y la directora ejecutiva saliente de Hong Kong, Carrie Lam, celebraron una ceremonia de izamiento de la bandera para marcar el traspaso ante más de 200 invitados.

Las preocupaciones por la covid-19 cobraron gran importancia por la visita de Xi, quien hasta el jueves no había puesto un pie fuera de China continental desde que estalló la pandemia en enero de 2020.

Durante los últimos meses, abundaron las especulaciones sobre si Xi viajaría a Hong Kong para asistir a la ceremonia de hoy, pero no fue hasta el sábado pasado que su visita fue confirmada por la agencia de noticias Xinhua.

La seguridad en varias partes de Hong Kong se reforzó antes de la llegada de Xi, al cerrarse caminos y pasarelas y colocarse barreras hidráulicas en áreas por dónde pasaba el mandatario.

Por primera vez, las autoridades invocaron la ley de aeronaves pequeñas no tripuladas recientemente promulgada para prohibir los drones en Hong Kong el 30 de junio y el 1 de julio.

En comparación con años anteriores, cuando decenas de miles de hongkoneses salían a las calles cada 1 de julio en una marcha anual para cantar consignas a favor de la democracia y expresar sus quejas al gobierno, este año no hubo señales de activismo.

A principios de esta semana, el grupo político Liga de Socialdemócratas, uno de los prodemocracia que quedan en Hong Kong, anunció que no realizaría ninguna protesta después de que algunos de sus miembros fueran convocados por la policía.

Los periodistas de numerosos medios de comunicación locales e internacionales no pudieron cubrir la ceremonia de inauguración hoy, en contraste con hace 25 años, cuando cientos de reporteros de todo el mundo asistieron al traspaso y se llevaron a casa obsequios como películas fotográficas y libros ofrecidos por el gobierno de Hong Kong.

Shirley Lau

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