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Río de Janeiro, 16 mar (EFE).- El Ministerio de Justicia de Brasil le concedió la Medalla del Mérito Indigenista al presidente brasileño, Jair Bolsonaro, pese a las cuestionadas políticas sobre asuntos indígenas del líder ultraderechista, contrario a darle más tierras a los indios y partidario de la minería en las reservas.

El decreto por el que se concede la condecoración al jefe de Estado en “reconocimiento a los importantes servicios de carácter altruista relacionados al bienestar, la protección y la defensa de las comunidades indígenas” fue publicado este miércoles en el Diario Oficial de la Unión.

El ministro de Justicia, Anderson Torres, también le concedió la misma medalla a nueve titulares del Gabinete de Bolsonaro.

La divulgación de la condecoración generó inmediatamente críticas en las redes sociales debido a que las posiciones y políticas de Bolsonaro sobre asuntos indígenas son cuestionadas desde que el líder ultraderechista era un desconocido diputado.

Incluso durante la campaña por la que fue elegido presidente en 2018, Bolsonaro aseguró que en su Gobierno no crearía ni un centímetro de nuevas reservas para los indígenas, lo que ha cumplido a rajatabla hasta ahora.

El jefe de Estado presentó a consideración del Congreso un proyecto de ley, que ha defendido insistentemente, que permite la minería, la construcción de hidroeléctricas y otras actividades económicas en las reservas indígenas.

La medalla fue concedida precisamente en momentos en que el presidente presiona al Congreso para que vote dicho proyecto, al que se oponen hasta las propias empresas mineras, con el argumento de que en las reservas indígenas hay minerales como potasio necesarios para producir fertilizantes, que comienzan a escasear por las sanciones económicas impuestas a Rusia por su ataque a Ucrania.

Bolsonaro igualmente ha asegurado en repetidas veces que quiere ofrecerle oportunidades económicas a los indios para que puedan transformarse “en seres humanos como nosotros”.

Recientemente, al sancionar la Ley de Presupuesto de 2022, el mandatario redujo los recursos que el Congreso había aprobado para la protección y la promoción de los pueblos indígenas.

Tales posiciones llevaron a la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (Apib), una de las mayores organizaciones de representación de las etnias brasileñas, a presentar el año pasado una acusación de genocidio contra el jefe de Estado ante el Tribunal Penal Internacional.

Las protestas contra el Gobierno de las diferentes etnias y organizaciones indígenas del país han sido frecuentes desde que Bolsonaro asumió su mandato, en enero de 2019, y se han multiplicado en 2022, cuando intentará la reelección.

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