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Cómo cocinar correctamente la pasta italiana (y como de mal lo hacemos)

1- Eligiendo la pasta

En Italia es sencillo encontrar tiendas donde venden pasta fresca y recién hecha. Pasta de todo tipo que incluso se puede reservar con antelación para asegurarte de que te la hacen al momento. En España el asunto es algo más complicado y, seamos sinceros,tampoco tenemos la cultura de ir a comprar la pasta fresca.

¿Qué hace la gran mayoría? Va al supermercado y compra los paquetes de pasta seca. Algunos son de marca blanca, otros de marcas desconocidas y otros tienen nombres italianos pero no la misma calidad que la pasta del país en forma de bota.

Si no comes pasta fresca y la compras envasada, la clave está en la calidad del trigo. Si usas una marca como Barilla, que es muy vendida en Italia, ya es sinónimo de calidad. Sin embargo si apuestas por una marca desconocida, ten en cuenta el tiempo de cocción porqué, cuanto más alto sea, más calidad tiene el trigo y ese es un indicador sencillo de seguir, solo tienes que mirar el envase.

2- Hirviendo la pasta

El simple gesto de meter agua a hervir y añadirle la pasta se convierte en un auténtico drama cuando los italianos ven como lo hacemos nosotros habitualmente. Lo primero es usar una olla grande aunque la pasta sea poca dado que, cuanto más espacio tengan los trocitos de pasta para moverse en el agua hirviendo, menos compactos quedarán.

Lo segundo es no ratear con el agua. Se recomienda echar un litro de agua por cada 100 gramos de pasta y es que cuando hay poca agua la pasta se pega y no se cocina correctamente. ¡Eso de dejar que los spaghetti sobresalgan del agua es una barbarie! (bueno, quizá exagero, pero no deberías hacerlo)

3- Ni aceite, ni sal, ni removerla, ¡ni taparla!

Si la pasta se te pega al fondo de la olla no es porqué le falte un chorrito de aceite de oliva (que sí, que sé que es algo muy nuestro, ¡pero no en el agua de cocer la pasta!). La textura grasa del aceite no beneficia en nada a la pasta por lo tanto ponerlo en el agua, es tirarlo tontamente.

Algunos también le echamos una pizca de sal al agua cuando la pasta todavía está dura, ese es otro error común porqué lo único que conseguimos es que el agua hierva más lentamente. En cambio, cuando el agua ya está hirviendo y la pasta casi al dente (es decir, casi lista), añadimos la sal al gusto.

Otro error es echarla y empezar a removerla como si no hubiese un mañana, tenemos que esperar unos minutos antes de girar. Si la pasta es fresca la podremos girar casi al minuto de echarla en la olla pero si es seca, tenemos que esperar alrededor de 5 minutos para removerla.

4- Pasta pasada, ¡es sacrilegio!

La pasta y el arroz se deben comer al dente, es decir, respetando el tiempo de cocción que recomienda su fabricante. Si lo dejamos más tiempo se reblandece y no tiene la textura un punto dura que debe tener. En España se suele servir pasta y arroz ‘pasado’ de cocción y, para los verdaderos amantes de estos alimentos, es un verdadero sacrilegio sentir esa textura en la boca.

Además, nos beneficia la pasta al dente porque los carbohidratos que contiene no se convertirán en glucosa rápidamente, cosa que sí sucede si nos pasamos en la cocción.

5- La pasta se mete en la salsa, ¡y no al revés!

Para que la pasta se impregne bien de la salsa no hay que lavarla al terminar de hervirla pero es que, al contrario de lo que solemos hacer, primero se hace la salsa y luego la pasta. Es decir, en la sartén cocinamos la salsa y cuando está casi lista ponemos la pasta a hervir.

Después, cogemos la pasta con la espumadera y la escurrimos delicadamente en la misma olla, de ahí va directamente a la sartén de la salsa para remover y que ambas se fundan, ¡delicioso!

A los que escurrís la pasta volcando la olla en el escurridor dentro del fregadero, no deberías hacerlo así puesto que se rompe y se aplasta, es mejor usar utensilios de cocina y cogerla directamente desde la olla a la sartén o al plato.

Admítelo, ¿cuántos de estos errores cometes en la cocina al preparar pasta italiana?

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