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Singapur, 18 oct (EFE).- Las reacciones en Asia al ataque contra el hospital de Gaza, cuya autoría rechazan Israel y el grupo islamista Hamás, han variado desde la acusación directa al Estado hebreo por parte de países musulmanes como Pakistán e Indonesia a la equidistancia de Japón, India y Australia o de momento el silencio de China.

Pakistán fue uno de los más tajantes en su condena al ataque el martes contra el hospital Al Ahli de la ciudad de Gaza, del que culpó a Israel.

“Condeno con firmeza el ataque israelí contra el hospital de Al Ahli en Gaza, que ha causado un número inmenso de víctimas civiles. Atacar un hospital, un santuario para los necesitados, es un acto de inhumanidad indefensible”, dijo el primer ministro interino de Pakistán, Anwaar ul Haq Kakar, en un comunicado.

En un tono similar, el Ministerio de Exteriores de Indonesia, el país con más musulmanes del mundo, que se niega a reconocer la existencia del estado de Israel hasta que se alcance un acuerdo de paz entre los dos países de Oriente Medio, condenó “enérgicamente el ataque israelí”, el cual “viola claramente el derecho internacional”, apunta en X (antes Twitter).

El primer ministro de Malasia (otro país del Sudeste Asiático de mayoría musulmana), nwar Ibrahim, describió el bombardeo al hospital como un acto “inhumano” y criticó la “hipocresía” por parte del “país occidental que habla de derechos humanos”, sin especificar más.

Por su parte, el Gobierno interino de los talibanes en Afganistán fue más allá, acusando a las “fuerzas sionistas” del bombardeo y reafirmando “la solidaridad con los palestinos y con los países y organizaciones que piden un inmediato fin del genocidio en curso “, remarcó el Ministerio de Exteriores de los fundamentalistas.

Según fuentes de Sanidad palestinas, al menos 500 personas murieron por un bombardeo en el centro sanitario que los grupos palestinos atribuyen a la aviación israelí.

Israel, mientras, niega que se produjera una masacre, asegura que el edificio no está destruido y que únicamente hubo una explosión de menor envergadura en el aparcamiento adyacente causada por un cohete fallido del grupo gazatí Yihad Islámica.

Esta versión fue respaldada hoy por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien aseguró desde Israel al inicio de su reunión con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que, “en base a lo que he visto, parece que ha sido la otra parte, pero hay mucha gente por ahí que no está segura”.

Silencio de China, neutralidad de India

El hospital Al Ahli en Gaza después en una foto del 17/10/2023.EFE/EPA/MOHAMMED SABER

La reacción que más se está haciendo esperar es la de China, que celebra en Pekín el III Foro de las Nuevas Rutas de la Seda, al que asiste entre otros líderes el presidente ruso,Vladímir Putin, con quien el mandatario chino, Xi Jinping, se reunió hoy, pidiéndole “esfuerzos conjuntos” para “salvaguardar la justicia internacional”.

Desde Pekín, Putin tachó el suceso de “catástrofe” y dijo que confía en que será “una señal de que hay que acabar el conflicto”, más de un año después de que comenzara la invasión rusa de Ucrania.

Tanto China como Rusia coinciden en la solución de los “dos Estados” en cuanto al conflicto entre israelíes y palestinos y en la necesidad de proveer emergencia humanitaria a la Franja de Gaza.

Narendra Modi, dirigente de la otra potencia asiática, India -que condenó el “ataque terrorista” de Hamás en Israel el 7 de octubre, mientras reiteró su posición tradicional de defender la independencia de Palestina- lanzó un mensaje neutral en el que lamentó la “trágica pérdida de vidas” en el hospital de Gaza.

En cuanto a Japón, su cancillería condenó hoy en un comunicado el bombardeo y expresó su “fuerte indignación por el tremendo daño causado a civiles inocentes”, pidiendo a todas las partes involucradas en el conflicto que “actúen de acuerdo a la ley internacional”.

En la misma línea, el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, condenó el ataque y urgió al respeto de la ley internacional para que “siempre prevalezca”.

La Franja de Gaza, donde viven más de dos millones de personas, se encuentra totalmente bloqueada desde el 7 de octubre como represalia del ataque que ese mismo día efectuó el brazo armado del grupo islamista Hamás contra objetivos israelíes.

Israel y Hamás entraron este miércoles en su decimosegundo día de guerra, que ha dejado al menos 3.000 muertos y 12.500 heridos en la Franja de Gaza y más de 1.400 muertos y más de 4.200 heridos en Israel.

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