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SAN JOSÉ (Reuters) – Un dirigente indígena reconocido por la defensa de las tierras originarias en el sur de Costa Rica fue muerto a balazos el lunes por la noche en su casa, dijeron autoridades, horas después de haber denunciado que fue amedrentado con disparos tras recuperar una finca. 

El organismo de investigación judicial informó el martes que indaga si el fallecimiento de Sergio Rojas Ortiz obedece a su lucha por tierras para su etnia Bribri en Salitre, un pueblo ubicado 200 kilómetros al sureste de la capital del país, San José, aunque aún no hay sospechosos. 

El dirigente era líder en un territorio indígena que aloja desde hace varios años conflictos étnicos entre grupos autóctonos y disputas con finqueros mestizos. 

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pidió al Estado costarricense, desde abril de 2015, adoptar medidas cautelares para garantizar la seguridad de los pueblos indígenas Teribe y Bribri en Salitre, pues “se encontrarían en riesgo debido a las acciones para recuperar sus tierras”. 

El presidente del país, Carlos Alvarado, ordenó el envío de policías y de una comitiva de Gobierno especializada en resolución de conflictos. “Es un hecho lamentable que nos indigna y que afecta el proceso para dar solución a los problemas sociales”, dijo. 

“Ahora hay un ambiente muy tenso, muy feo”, dijo la maestra local Sonia Suárez a Reuters por vía telefónica desde Salitre, territorio de 12.000 hectáreas que la ley reserva para los indígenas en la provincia Puntarenas. 

La mujer dijo que Rojas se había ganado muchos enemigos a lo largo de los años por sus gestiones. “Ya en otras dos ocasiones habían intentado asesinarlo”. Él lo había denunciado en el pasado ante periodistas. 

El pueblo Bribri es uno de los más numerosos de los ocho que reconoce la ley del país centroamericano, donde el 2,4 por ciento de la población se considera indígena, según el Censo del año 2011. 

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