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MEXICO DF, 08 ABRIL.- El Primer Debate del INE en el ciclo electoral de 2024 dejó al descubierto las tensiones y debilidades de la clase política mexicana. Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez se enfrascaron en un intercambio predecible de ataques y evasivas, reflejando una tendencia histórica de los debates presidenciales en el país. La ciudadanía expresó su frustración en redes sociales con hashtags como “Perdió México” y #LesValemosMadres, evidenciando la falta de claridad y seriedad en las respuestas de los candidatos.

El debate estuvo marcado por la ausencia de respuestas concretas, evasivas ante preguntas clave, ataques personales y una superficialidad en el abordaje de temas importantes. Los trending topics reflejaron la decepción y el desencanto de la población ante un espectáculo político poco constructivo.

Las críticas hacia la producción del INE, los enfrentamientos entre candidatos y la falta de propuestas sólidas contribuyeron a un ambiente surrealista durante el debate. Parecía haber un guion preestablecido y una falta de esfuerzo por generar un diálogo constructivo y sustancial.

Sheinbaum y Gálvez eludieron preguntas clave, optando por desviar la atención hacia otros temas o atacar a sus contrincantes. Las propuestas se perdieron entre los ataques y la falta de enfoque en soluciones concretas para los problemas del país.

La estrategia de ataque y la falta de propuestas claras reflejaron la falta de seriedad y compromiso de los candidatos con los electores. El próximo debate se presenta como una oportunidad para cambiar esta dinámica y enfocarse en propuestas concretas y soluciones reales para los desafíos que enfrenta México.

En medio de la desilusión y la frustración, los ciudadanos esperan un debate más sustancial y significativo en el futuro, donde los candidatos demuestren su capacidad de liderazgo y sus propuestas para mejorar la situación del país.

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