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MADRID, 08 MAYO.- Un comunicado de la embajada de Israel en España ha elevado la tensión diplomática entre ambos países, al rechazar de forma contundente las declaraciones del ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, quien acusó a Israel de cometer un “genocidio” en Palestina.

La polémica se desató tras conocerse una carta enviada por Bustinduy a empresas españolas con presencia en Israel, en la que les instaba a tomar medidas para evitar que sus actividades contribuyeran al “genocidio en Palestina”. La embajada israelí respondió con un comunicado en el que, sin mencionar directamente al ministro, condenaba la “demonización y deslegitimación de Israel” a través de “acusaciones carentes de fundamento”.

El texto de la embajada también critica el “silencio” de intelectuales y organizaciones de derechos humanos en España ante el drama de los 132 secuestrados que siguen en poder de Hamás tras el ataque del pasado 7 de octubre. Israel argumenta que las operaciones militares en la Franja de Gaza son una respuesta a dicho ataque, en el que murieron 1.200 personas y 250 fueron secuestradas.

La iniciativa de Bustinduy, que pertenece al partido de izquierdas Sumar, ha generado controversia dentro del propio gobierno español de coalición. Los ministerios de Asuntos Exteriores y Economía, pertenecientes al área socialista, se desmarcaron de la medida, asegurando desconocerla.

Este episodio pone de manifiesto las diferentes perspectivas sobre el conflicto palestino-israelí dentro del gobierno español y abre un nuevo capítulo en la compleja relación diplomática entre España e Israel.

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