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Las autoridades del estado de Nueva York se preparan para afrontar de la mejor manera posible la llegada del pico de casos del coronavirus, que el gobernador Andrew Cuomo comparó este lunes con un “tsunami”, mientras el número de contagiados se ha situado en 66.497 y el de muertos en 1.218.

“El tsunami está llegando; lo sabemos. Es el momento de reunir suministros y hacer las preparaciones porque ayer fue muy tarde”, dijo el gobernador del estado, Andrew Cuomo, en una entrevista en el canal MSNBC.

La capital del mundo vive el momento previo a la explosión de la epidemia, en una situación que ya se ha vivido en China, Italia o España. Este jueves, la cifra de contagios superaba los cuatro mil, cuatro veces más que el lunes. Los fallecidos llegaban a 29.

El gobernador del estado, Andrew Cuomo, se afanaba en explicar que el aumento exponencial de casos tiene que ver con que se han ampliado mucho la realización de pruebas. El fin de semana pasada apenas se había hecho unos cientos, mientras que el miércoles, en un solo día, fueron más de 7.500. Pero todos saben que lo peor está por llegar: las autoridades proyectan que el pico de contagios se producirá en unos 45 días y ahogará la capacidad hospitalaria del estado y la ciudad de Nueva York.

Según Cuomo, podrían requerirse 110.000 hospitalizaciones, de las cuales cerca de un tercio necesitaría tratamiento en UCI. En todo el estado de Nueva York hay algo más de 5.000 respiradores y se podrían requerir seis veces más, hasta cerca de 30.000. El buque-hospital del ejército y sus mil camas que ha mandado Donald Trump será apenas un parche. Ya hay dificultades para encontrar mascarillas, incluso entre personal sanitario.

Las autoridades han tomado medidas para frenar la epidemia, con el cierre de bares, restaurantes, gimnasios y lugares de ocio. Piden que la gente se quede en casa, prohíben reuniones de más de 50 personas. Ayer, Cuomo ordenó que el 75% de las plantillas de servicios no esenciales deben quedarse en casa. También aprobó medidas para que la gente que se queda sin trabajo o solo pueda trabajar a tiempo parcial no pague su hipoteca durante 90 días.

El confinamiento de la ciudadanía, al estilo de lo que ya ha ocurrido en Italia, España o, en EE.UU., en la bahía de San Francisco, está a la vuelta de la esquina. Al contrario que el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, Cuomo no quiere hablar de ello, pero parece una cuestión más semántica que de realidad y casi todo el mundo da por hecho que ocurrirá.

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