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Porto Alegre, 5 Mayo.- La ciudad de Porto Alegre, capital del estado de Rio Grande do Sul, enfrenta una situación de desastre tras las peores inundaciones registradas en su historia. El desbordamiento del río Guaíba ha convertido el centro histórico de la ciudad en un inmenso lago, dejando un saldo de cuantiosos daños materiales y una profunda preocupación entre los habitantes.

El emblemático mercado público de Porto Alegre, el más antiguo de Brasil, permanece cerrado desde el viernes, con sus comerciantes desesperados ante la crecida del río que ha alcanzado niveles históricos, superando los cinco metros.

“Nunca ocurrió algo así”, expresó con angustia Ronaldo Pinto Gomes, gerente del mercado. “Los comerciantes tienen grandes daños, pero estamos aquí luchando”. Pinto Gomes manifestó su incertidumbre sobre cuándo podrán retomar la actividad y espera recibir apoyo de las autoridades.

Eduardo Durval, otro comerciante afectado, relató cómo la rápida subida del agua los tomó por sorpresa, obligándolos a evacuar a toda prisa. “Calculamos que tardaremos unos 15 días en volver a trabajar con normalidad”, comentó Durval, señalando los daños causados por el agua en las instalaciones.

La situación es crítica en toda la ciudad. Cuatro de las seis plantas de tratamiento de agua se encuentran fuera de servicio, lo que ha llevado al Ayuntamiento a pedir a la población que limite el consumo de agua. Decenas de calles permanecen cortadas, el estadio de fútbol del Grêmio está inundado y el aeropuerto internacional de Porto Alegre sigue cerrado desde el viernes debido a la inundación de las pistas de aterrizaje.

Aunque las lluvias han disminuido y se espera que el nivel del río Guaíba comience a estabilizarse, las autoridades advierten que la inundación tardará en desaparecer debido al gran volumen de agua que debe ser drenado.

Las inundaciones en el sur de Brasil han dejado un saldo trágico, con 76 personas fallecidas, seis muertes en investigación y 103 desaparecidos. Rio Grande do Sul ha sufrido una serie de eventos climáticos extremos en el último año, asociados al fenómeno de El Niño, que ha provocado un aumento de las precipitaciones en la región.

Los habitantes de Porto Alegre lamentan el impacto económico “incalculable” de esta catástrofe y esperan una pronta respuesta de las autoridades para enfrentar esta emergencia.

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