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Toronto (Canadá), 24 feb (EFE).- La provincia canadiense de Terranova y Labrador quiere “honrar” a los marineros fallecidos en el naufragio del pesquero español Villa de Pitanxo, que se hundió el pasado 15 de febrero a unos 460 kilómetros al este de las costas canadienses.

En el naufragio, el peor desastre marítimo español de los últimos 38 años, murieron nueve marineros y otros doce permanecen desaparecidos sin esperanzas de encontrarlos con vida. Solo tres tripulantes fueron rescatados con vida.

Según dijo este miércoles a Efe un portavoz del Gobierno de Terranova y Labrador, la vice primera ministra de la provincia, Siobhán Coady, expresó su “compromiso” de trabajar junto con el Gobierno español para “honrar” a los tripulantes fallecidos durante una reunión privada que mantuvo ayer con el embajador de España en Canadá, Alfredo Martínez Serrano.

Por su parte, el primer ministro provincial, Andrew Furey, dijo en una declaración que los habitantes de Terranova y Labrador “se identifican” con los españoles en tragedias que han provocado la muerte de pescadores y marineros.

Furey recordó que el 15 de febrero de 1982 también se produjo en el Gran Banco de Terranova, la misma zona en la que naufragó el Villa de Pitanxo, el hundimiento de la plataforma petrolífera Ocean Ranger, accidente en el que murieron sus 84 tripulantes.

Y el 17 de febrero de 1942, otra tormenta en las costas de Terranova causó la muerte a 203 militares que viajaban en dos barcos estadounidenses que encallaron en la isla.

Furey declaró que sería importante que “los Gobiernos de Terranova y Labrador y España se unan para hacer algo parecido para reconocer esta tragedia” que permita “reflexionar” sobre el naufragio y “las tragedias del océano”.

El naufragio del Villa de Pitanxo, un arrastrero congelador con una tripulación de 24 personas (16 españoles, cinco peruanos y tres ghaneses) se produjo en medio de una fuerte tormenta en el Gran Banco de Terranova que generó olas de 10 metros de altura.

En el momento del hundimiento del pesquero, que tenía su base en la localidad gallega de Marín, la temperatura del agua era de solo 3 ºC y la sensación térmica era de -17 ºC.

Los tres supervivientes del naufragio, el patrón Juan Enrique Padín Costas, su sobrino Eduardo Rial Padín y el marinero ghanés Samuel Kwesi Koufie, fueron rescatados por un pesquero español unas cinco horas después del hundimiento.

Los tres ocupaban una de las dos balsa de salvamiento del Villa de Pitanxo junto con otros cinco marineros que no sobrevivieron el accidente.

Además, el barco español recuperó un cuerpo más del océano y dos días después recibió los restos de otro marinero muerto que había sido localizado por un pesquero portugués.

El 19 de febrero transportó a San Juan de Terranova a los tres supervivientes y los cuerpos de los siete marineros fallecidos.

Un barco canadiense recuperó los cuerpos sin vida de otros dos marineros del Villa de Pitanxo.

El pasado lunes, la Fuerza Aérea española transportó a España los tres supervivientes y los cuerpos de cuatro marineros españoles y un ghanés.

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