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Cartagena (Colombia), 28 oct (EFE).- Los habitantes de Cartagena de Indias irán mañana a las urnas para elegir, como en toda Colombia, a su próximo alcalde con la esperanza de que el ganador resuelva graves problemas como la pobreza extrema, la creciente inseguridad y un notorio retraso en inversión e infraestructura.

La ciudad, meca del turismo en Colombia, también sufre el flagelo de la prostitución desbordada, los elevados índices de desempleo y de empleo informal, la baja calidad de la educación, los servicios públicos deficientes y los riesgos asociados al cambio climático, que ya se manifiestan con inundaciones en algunas de sus calles.

Esos problemas esperan al alcalde que resulte elegido el domingo para el periodo 2024-2027, lista que encabeza el exgobernador del departamento de Bolívar Dumek Turbay, favorito en las encuestas; seguido por el excongresista William García Tirado, la exalcaldesa Judith Pinedo, el exconcejal Javier Julio Bejarano y otros ocho aspirantes.

“Cartagena es la única ciudad, entre las cinco principales capitales del país, donde aumentó la proporción de personas en pobreza monetaria, llegando al 43,6 %, y la pobreza monetaria extrema con el 12,7 % de habitantes que no tienen en promedio ingresos suficientes para cubrir al menos la alimentación”, dijo a EFE la directora del programa de monitoreo Cartagena Cómo Vamos (CCV), Eliana Salas.

Según Salas, también es necesario “mejorar la calidad de la educación y la eficiencia del sistema educativo ya que Cartagena es hoy la ciudad con más bajo desempeño en las pruebas Saber 11 y Saber Pro (exámenes que evalúan el desempeño de los estudiantes) entre las cinco principales del país”.

La directora de CCV enfatizó en la urgencia de “crear más y mejor empleo para mujeres y jóvenes: En 2022 la tasa de desempleo en mujeres era 2,7 veces la de los hombres, siendo la brecha más alta entre las principales capitales del país”.

“En lo que respecta a cobertura universal de acueducto y alcantarillado, todavía hay más de 40.000 cartageneros que no cuentan con agua potable y llegan a ser más de 60.000 los que no cuentan con alcantarillado”, añadió.

La ciudad soñada

Judith Pinedo, conocida como “Mariamulata” y que aspira a repetir como alcalde, esta vez por el partido Valientes por Cartagena en alianza con el Partido Verde, dijo a EFE que “sí es posible superar la pobreza”, y explicó que para eso hay que “hacer que la inversión pública concurra alrededor de las familias que están en esa situación”.

“Subsidios nacionales, como ‘Familias en acción’, ayudan a sobrevivir pero si no hay una apuesta integral que incluya educación, empleo, ingreso, identificación, protección social completa y vivienda que cobije a las familias, no se supera la esclavización de la pobreza”, agregó.

Pinedo fue la primera alcaldesa de Cartagena elegida por voto popular, cargo que ejerció entre 2008 y 2011, y tras su mandato la ciudad padeció ocho años de crisis e interinidad en los que tuvo ocho alcaldes hasta 2020, cuando comenzó el mandato de William Dau, único que desde entonces ha gobernado su periodo completo.

Violencia y prostitución

La ciudad, que entre los siglos XVI y XVIII resistió los asedios de piratas, está hoy sitiada por la violencia de bandas criminales como el Clan del Golfo, dedicadas al tráfico de narcóticos y la trata de personas.

Según la Policía, en lo que va corrido de octubre se contabilizan 22 homicidios, “de los cuales 14 corresponden a hechos de sicariato, cuatro por riñas, uno en un asalto y tres por establecer”.

Ante la prostitución desbordada en plazas y calles del casco histórico, Pinedo dice que “la ciudad se debe meter en la discusión mundial de si debe ser prohibida o no la prostitución”, pues asegura que este problema está íntimamente ligado a la trata de personas que “sí es un delito”.

“Lo que veo en el centro (histórico) son manadas de hombres buscando algo así como comer a la carta, y eso es la esclavitud del siglo XXI; en la misma Plaza de Los Coches donde se hacía la venta de los esclavizados ahora se comercia con los cuerpos de mujeres sometidas a la prostitución”, aseguró.

Finalmente, Mariamulata considera que “la oferta turística de Cartagena no la puede imponer un proxeneta y un tratante” sino que “la ciudad tiene que volverse una ciudad digital y emplear todos los recursos técnicos y de inteligencia para enfrentar estos factores de violencia”.

Ricardo Maldonado Rozo

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