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Tras la consagración del Barcelona como campeón, el foco de atención en España se ha desviado hacia la emocionante batalla a tres bandas por el último puesto de clasificación para la Liga de Campeones, con Getafe, Sevilla y Valencia buscando un preciado botín de al menos 30 millones de euros (34 millones de dólares) que podría ser determinante en el mediano plazo.

A falta de tres partidos para el final de la temporada, el modesto Getafe tiene 55 puntos, los mismos que el Sevilla, pero se aferra al codiciado cuarto puesto por un mejor registro en los partidos directos. El Valencia, en tanto, es sexto con 52 unidades.

El Sevilla recibirá al Leganés el viernes, mientras que el domingo el Getafe se medirá como visitante al Girona. Por su parte, el Valencia visitará también el domingo al Huesca, en un duelo en el que podría sentir los efectos del partido de ida de semifinales de la Liga Europa contra el Arsenal.

El modelo de distribución de ingresos de la UEFA implica que los clubes de La Liga pueden recibir al menos 30 millones de euros por conceptos como participación, primas y derechos de televisión, incluso aunque no pasen la fase de grupos.

Los clubes pueden ganar 2,7 millones adicionales por cada partido que ganen, mientras que si se clasifican a la fase eliminatoria podrían embolsarse otros 9,5 millones, además de los mayores ingresos por entradas de este tipo de encuentros.

El Valencia ya ha llegado a la final de la Liga de Campeones dos veces, en 2000 y 2001, y volver a la máxima competición europea de clubes sería un envión para sus planes de terminar de construir un nuevo estadio, que requerirá 150 millones de euros adicionales.

El Sevilla, que ganó 48 millones de euros por alcanzar los cuartos de final la temporada pasada, normalmente despide a los entrenadores que no logran llevar al equipo a la Champions, como hizo con Pablo Machín en marzo, cuando sus esperanzas de alcanzar los cuatro primeros puestos parecían bastante remotas.

Pero el dinero de la UEFA tendría su mayor impacto en el modesto Getafe, que juega en un estadio que apenas alberga a 17.000 personas, un aforo claramente fuera de lugar para la Liga de Campeones.

El equipo madrileño, que regresó a la máxima categoría del fútbol español hace dos años, tiene el cuarto presupuesto más bajo de La Liga y clasificarse a la máxima competición europea de clubes por primera vez en su historia cubriría dos tercios de sus gastos anuales en salarios, estimados en 47,5 millones de euros.

En cuanto al resto de partidos, el campeón Barça visitará al Celta de Vigo, mientras que Atlético de Madrid, segundo en La Liga, enfrentará al Espanyol. El Real Madrid, que la semana pasada sufrió la décima derrota de la temporada frente al Rayo Vallecano, recibirá al Villarreal.

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