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Santiago de Chile, 27 mar (EFE).- El gerente general de la Siderúrgica Huachipato, empresa sumida en unas grave crisis que ha llevado a su cierre parcial por la competencia desleal en el precio del acero chino, Cesar Garrido, presentó este miércoles su dimisión tras apenas un año en el cargo, informó la propia acerera en un comunicado.

Trabajadores de la siderúrgica chilena Huachipato se manifiestan este miércoles para evitar el cierre de la empresa, en la región del Biobío, en Talcahuano (Chile).  EFE/ Javier Tapia

Según la nota, Jean Paul Sauré Roeckel sustituirá de forma interina a Garrido, quien seguirá vinculado a la junta directiva de la empresa durante el actual proceso de suspensión, pero solo como asesor.

Trabajadores de la siderúrgica chilena Huachipato se manifiestan este miércoles para evitar el cierre de la empresa, en la región del Biobío, en Talcahuano (Chile). EFE/ Javier Tapia

A Sauré, ingeniero civil industrial de la Universidad de Concepción con un magíster en Administración de Empresas de la Universidad del Desarrollo, lo avala una experiencia de más de 20 años de trayectoria en la Siderúrgica Huachipato, donde ha ejercido distintos cargos.

Hasta este miércoles, era responsable de la gerencia de proyectos “posición de la que lideró diversos trabajos de modernización en la planta, incluyendo las mejoras tecnológicas del Alto Horno, que actualmente se encuentran en curso. En 2010, tras el terremoto del 27 de febrero, formó parte del equipo encargado de la reconstrucción de las áreas operativas afectadas”, detalla la nota.

La renuncia coincidió con la publicación este miércoles por parte del Ministerio de Hacienda del valor de las sobretasas arancelarias para empresas importadoras de acero chino, cantidad calificada de insuficiente tanto por los sindicatos como por los políticos de la región de Biobio, en el centro del país.

Y, con una gran manifestación en la que una parte importante de los asistentes increpó duramente al ministro de Economía, Nicolás Grau, al que le indicaron que no podían seguir esperando.

Además, se registraron los primeros despidos, según confirmó a la prensa local el presidente del sindicato N°1 de Huachipato, Héctor Medina, quien aseguró que estos afectaron “a una empresa contratista que tenía 200 trabajadores, compañeros de trabajo, y fueron 100 compañeros que fueron despedidos”,

Ubicada en la ciudad sureña de Talcahuano, a 500 kilómetros de la capital, Huachipato decidió el cierre después de que la Comisión Antidistorsiones, una institución independiente que asesora a la Presidencia chilena, recomendara aplicar un impuesto medio del 15,3 % a tres empresas chinas que importan bolas de acero.

Este miércoles, en una entrevista con una radio local en la mañana, Grau señaló que “Huachipato tiene que revisar la decisión que tomó en la Comisión Antidistorsión y ver si esa decisión consideró bien sus argumentos” y apuntó a “la posibilidad de que las empresas puedan apelar o reconsiderar estas tasas“.

“Para que Huachipato sea viable a mediano o largo plazo, es necesario que la minería compre más y a un precio más estable. Para ello, existen distintos caminos a seguir”, añadió el ministro.

Para la compañía, que registró pérdidas por 385 millones de dólares en 2023, la cifra es “insuficiente” y no alcanza a solucionar las distorsiones que está produciendo el acero chino, que es un 40 % más barato que el chileno, según sus cálculos.

En las últimas dos décadas, China ha pasado de ser un gran importador de acero a uno de los principales productores, al pasar de producir el 15 % del acero del mundo en 2000 al 54 % en 2023, según Alacero, patronal que reúne a las grandes siderúrgicas latinoamericanas.

Pese a ser una compañía relativamente pequeña en el mercado mundial del acero, con una producción de un millón de toneladas anuales, la situación de Huachipato ha encendido las alarmas en la región latinoamericana, donde llega parte del acero que el gigante asiático no pude vender en su mercado debido a la desaceleración de su economía.

La UE y más de medio centenar de países, como Estados Unidos, México, Canadá, Brasil e India, han aplicado medidas ‘antidumping’ en los últimos años para equilibrar las distorsiones provocadas en los mercados locales por el acero chino.

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