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Pekín, 25 de abril – El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, llegó a Pekín tras su visita a Shanghái, donde enfatizó la necesidad de que China y Estados Unidos encuentren “formas” para lograr “la mayor estabilidad posible” en sus relaciones. Se espera que Blinken se reúna este viernes con su homólogo chino, Wang Yi, para abordar temas como la escalada de tensiones en Oriente Medio y la guerra de Rusia contra Ucrania.

Sin embargo, aún no se ha confirmado si Blinken se reunirá con el presidente chino, Xi Jinping. Durante su visita a Shanghái, Blinken se reunió con líderes empresariales y destacó la importancia de que la relación entre ambos países “funcione de la manera que tiene que funcionar para que haya beneficio mutuo”.

El secretario de Estado también se reunió con el secretario del Partido Comunista de Shanghái, Chen Jining, quien subrayó la importancia de la cooperación bilateral para el “bienestar de ambos pueblos” y el “futuro de la humanidad”. Blinken expresó la voluntad de Estados Unidos de abordar las diferencias con China “buscando formas de construir cooperación donde podamos”. Sin embargo, la visita del secretario de Estado se produce en un contexto de tensiones crecientes entre ambos países.

El Senado estadounidense aprobó recientemente un proyecto de ley que podría obligar a la empresa china ByteDance a vender TikTok en un plazo de nueve meses si no quiere que la plataforma sea prohibida en Estados Unidos. China ha criticado esta medida como una “táctica intimidatoria” que se volverá en contra de Estados Unidos.

Las tensiones también se han intensificado en el mar de China Meridional, especialmente entre China y Filipinas. Además, el Senado estadounidense acaba de aprobar un paquete de ayuda a Taiwán valorado en 8.100 millones de dólares, una decisión objetada por China, que considera a Taiwán como parte de su territorio.

La visita de Blinken a Pekín representa un intento de estabilizar las relaciones entre las dos potencias mundiales, en un momento de crecientes tensiones geopolíticas y económicas. El éxito de esta misión dependerá de la capacidad de ambos países para encontrar puntos de encuentro y gestionar sus diferencias de manera constructiva.

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