OTTAWA, -14 Noviembre.- Canadá actualizó su posición sobre la situación política y caótica en Bolivia hoy, diciendo que trabajaría y apoyaría a la administración provisional de Jeanine Añez, sin dejar de reconocer formalmente su presidencia.
La miembro de la oposición, Añez, parece haber consolidado su posición como presidente encargada del país después de una revuelta que derrocó al presidente Evo Morales, acusado por muchos bolivianos de tratar de robar la victoria a través del fraude en las elecciones presidenciales del 20 de octubre.
En contraste con su rápido reconocimiento de la presidencia interina del venezolano Juan Guaidó (Canadá fue el segundo país en dar el paso después de que EE. UU. Fuera el primero), Canadá no se unió a EE. UU. Y Brasil en reconocer a Añez el martes por la noche, ni siguió el ejemplo de Colombia cuando lo hizo el miércoles.
Un funcionario de Asuntos Globales dijo a CBC News el miércoles que Canadá quería considerar la legitimidad constitucional del reclamo de Añez antes de tomar una posición. El mismo funcionario dijo que el GAC estaba al tanto de los comentarios anteriores de Añez que son hostiles a los pueblos indígenas de Bolivia.
Hoy, el portavoz del GAC, John Babcock, dijo que Canadá ha decidido que trabajará con la nueva administración interina, siempre y cuando vea el seguimiento de su compromiso de celebrar nuevas elecciones lo antes posible. Añez ha propuesto el 22 de enero como un posible día de elecciones en Bolivia.
“Ahora que el presidente Morales renunció, Canadá apoya una solución institucional que permitirá que una administración provisional temporal se prepare para nuevas elecciones y evite un vacío de poder”, dijo Babcock. “De acuerdo con la constitución, en ausencia del presidente y el primer vicepresidente de la Cámara, el segundo vicepresidente del Senado sería el próximo en la fila para asumir el cargo de cuidador hasta que se celebren nuevas elecciones.
“Los bolivianos merecen que se escuchen sus voces y se respeten los derechos democráticos, y es fundamental que se celebren elecciones libres y justas lo más rápido posible. Canadá está listo para apoyar esos esfuerzos”.
Reclamo del presidente del Senado rechazado
Hablando en segundo plano, otro funcionario del GAC le dijo a CBC News que, aunque la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, del partido del Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales, permanece en el país y parece superar a Añez en el orden constitucional, Canadá considera su decisión de boicotear los procedimientos del Senado. una forma de resignación y acepta el argumento de la oposición de que ella se retiró de la candidatura a la presidencia.
Salvatierra anunció públicamente su renuncia y buscó refugio en la embajada de México en La Paz antes de cambiar de parecer y regresar al Senado. La policía boliviana, que en su mayoría ha respaldado a la oposición, se negó a permitirle ingresar.
El mismo funcionario del GAC dijo a CBC News que Canadá no estaba usando el término “reconocimiento”, y que probablemente tampoco usaría el término “presidente Añez”. El funcionario dijo que las prioridades de Canadá eran evitar un vacío de poder y llegar a nuevas elecciones lo más rápido posible.
La adopción de Canadá del nuevo gobierno en Bolivia es considerablemente menos cálida que la de Brasil y Estados Unidos, y de hecho refleja de cerca la posición adoptada por Rusia.
También refleja la realidad sobre el terreno en Bolivia, donde Añez parece haber logrado un hecho consumado . Muchos miembros del gobierno de Morales han huido del país o están escondidos, y la oposición parece haber establecido el control con el apoyo de las fuerzas armadas.
Argentina ofrece asilo
Un importante gobierno sudamericano ha reflejado de cerca el enfoque de Canadá a la crisis boliviana. El gobierno de Mauricio Macri en el vecino mucho más grande de Bolivia, Argentina, se unió a Canadá al rechazar los resultados de las elecciones bolivianas el 20 de octubre. Pero Macri también se contuvo de pedir la destitución de Morales y se negó a extender un rápido reconocimiento a Añez.
Sin embargo, Macri es un presidente cojo, que fue derrotado en sus propias elecciones el 28 de octubre. El presidente electo Alberto Fernández, de la coalición izquierdista Frente de Todos, felicitó a Morales por su “triunfo electoral”. La administración entrante, que tiene estrechos vínculos con Cuba y Venezuela, denunció los eventos en Bolivia como un “golpe de estado” y hoy ofreció asilo a Morales, diciendo que era bienvenido a venir a Argentina a partir del 11 de diciembre, cuando el nuevo gobierno asuma el cargo.
La oferta sugirió que Morales podría usar a Argentina como base para organizar un intento de retorno al poder “lo antes posible”, lo que aumenta la posibilidad de un mayor conflicto entre los gobiernos de izquierda y derecha en América del Sur.
