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Meghan McCain, de negro, camina este sábado ante el ataúd de su padre, John McCain, en su funeral en Washington. EFE | REUTERS.

La ceremonia pública para homenajear al fallecido senador republicano John McCain, que perdió la vida el pasado sábado a los 81 años, se está celebrado este sábado en Washington, donde dos expresidentes, el republicano George W. Bush y el demócrata Barack Obama, han resaltado el papel de McCain, héroe de guerra devenido a político, en un funeral con la notoria ausencia del actual mandatario, Donald Trump. La ceremonia, por momentos, ha cogido un cariz político: la hija del senador republicano Meghan McCain se ha despedido en público de su padre: “La América de John McCain no necesita volver a ser grande otra vez, porque América siempre ha sido grande”, ha dicho en referencia al lema que usó Trump durante la campaña electoral que lo aupó a la Casa Blanca.

 

Hace meses, conocedor de la gravedad de su cáncer cerebral, el senador McCain pidió explícitamente que Trump no fuera invitado a sus exequias, después de duros enfrentamientos políticos con él, tras lo que el presidente llegó a insultarle duramente a través de las redes sociales. No obstante, a la ceremonia sí han acudido la hija del multimillonario Ivanka Trump y su esposo, Jared Kushner, así como varios miembros de la Casa Blanca, como el jefe de gabinete, el general John Kelly, y el secretario de Defensa, James Mattis.

Meghan McCain ha subrayado la fortaleza de su padre para superar las adversidades, especialmente después de los cinco años que pasó como prisionero de guerra en la contienda de Vietnam, donde sufrió torturas y humillaciones. “Mi padre tenía muchas razones para pensar que el mundo era un lugar horrible. Mi padre tenía todos los motivos para pensar que no valía la pena luchar por el mundo. Mi padre tenía todos los motivos para pensar que valía la pena irse del mundo. Pero no creía en ninguna de esas cosas”, ha insistido.

El cuerpo de McCain abandonó esta mañana las dependencias del Capitolio, donde también fue honrado este viernes y donde permaneció durante todo el día para que los ciudadanos pudieran darle su último adiós. Antes de dirigirse a la Catedral Nacional de Washington, sus restos mortales hicieron una última parada en el Memorial a los Caídos en la Guerra de Vietnam, donde su familia dejó una corona de flores en su memoria.

Decenas de personas han acudido al monumento para despedirse del senador, entre ellas un grupo de ciudadanos vietnamitas, quienes portaban una pancarta: “Los niños vietnamitas prisioneros de guerra nunca olvidaremos al hombre que salvó nuestras vidas: el senador John McCain”.

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