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Gisele Bündchen no puede ser descrita con una sola palabra. Ella es una de las supermodelos mejor pagadas de la industria, una ecologista empedernida y una madre capaz de amamantar a su bebé con una sola mano mientras se prepara para una sesión de fotos de lencería. Desde fuera, la vida de Gisele Bündchen es una de glamur y éxito, pero si se rasca debajo de la superficie, podemos encontrar a una mujer con miedos e inseguridades como cualquier otra.

En su nuevo libro autobiográfico Lessons:My Path to a Meaningful Life (Lecciones: mi camino hacia una vida significativa), que sale a la venta el próximo 2 de octubre, la brasileña cuenta detalles de su vida que nunca antes se había animado a desvelar en público. “Sentí que tal vez era el momento de compartir algunas de mis vulnerabilidades, y [en el proceso] me di cuenta, que no cambiaría nada de lo que he vivido, porque creo que soy quien soy debido a esas experiencias” afirma la modelo de 38 años, en una entrevista para la revista People. “Las cosas pueden verse perfectas por fuera, pero no tienes idea de lo que está sucediendo realmente”, añade.

Gisele Bundchen fotos de etapa escolar en su ciudad natal Horizontina, RS Brasil
Bündchen nació en Horizontina (Brasil) en 1980. Hija de un maestro y una cajera de banco, la modelo creció junto a cinco hermanas y pasó una infancia tranquila sin sentirse “muy especial”. Con tan solo 14 años, su vida dio un giro de 180 grados cuando fue descubierta por un agente de modelos en un centro comercial en Sao Paulo.

Al principio las cosas no fueron tan sencillas para la brasileña, ya que su aspecto exótico no cuadraba dentro de los estándares habituales. “Me dijeron, ‘tu nariz es demasiado grande y tus ojos son demasiado pequeños y nunca estarás en la portada de una revista”, recuerda la exángel de Victoria´s Secret.

Gisele Bundchen en desfile de pasarela de Victoria’s Secret

Su gran momento llegó a finales de los años 90, cuando desfiló en toples por la pasarela de Alexander McQueen y protagonizó su primera portada en la revista Vogue. Desde entonces, empezó a llamar la atención de las grandes marcas y poco a poco se convirtió en la leyenda que es en la actualidad. En el año 2000 logró un contrato récord de más de 20 millones de euros con la compañía de lencería Victoria’s Secret y comenzó a salir con el actor Leonardo DiCaprio –con quien rompió casi cinco años después–, convirtiéndola en el centro de atención de todos los tabloides.

Pero Bündchen asegura que toda esa escalada al éxito no fue nada fácil, y que la sensación de ansiedad la llevó a tener ataques de pánico constantes. El primer incidente sucedió en un avión en 2003 y a partir de ahí, la top model le tendría miedo a los túneles, ascensores y otros espacios cerrados. “Me sentí impotente. Tu mundo se vuelve cada vez más pequeño y no puedes respirar. Es la peor sensación que he tenido”, cuenta quien ha sido durante 15 años la supermodelo mejor pagada del mundo.

Fue cuestión de tiempo que los ataques de pánico comenzaran a abordarla en su propia casa y, entonces, la brasileña empezó a contemplar el suicidio. “Empecé a pensar: ‘si salto de mi balcón, esto se acabará y nunca más tendré que preocuparme por la sensación de que el mundo se me viene encima”, admite.

Bündchen se dio cuenta de que necesitaba ayuda, por lo que visitó a un especialista que le recetó Xanax (un ansiolítico). “La idea de ser dependiente de algo me hacía sentir peor. Yo pensaba: ‘¿Qué pasa si pierdo la pastilla? ¿Voy a morir?”. Por esa razón, decidió optar por una cura mucho más natural y con la ayuda de sus médicos hizo cambios en sus hábitos alimenticios y en su estilo de vida en general. “Antes fumaba cigarrillos, bebía una botella de vino y tres frappucinos de moka todos los días. Lo dejé todo”, cuenta la modelo, quien también cortó el consumo de azúcar y recurrió al yoga y la meditación para combatir su estrés.

Pero el cambio que atravesó no solo fue en el ámbito personal, sino que también afectó a su círculo más íntimo. Después de casi cinco años de relación con el intérprete de El Renacido y tras sentir que se encontraba “sola” en todos estos cambios, la brasileña decidió terminar su noviazgo. “Todos los que se cruzan en nuestro camino son maestros, entran en nuestras vidas para mostrarnos algo sobre nosotros mismos. Yo creo que eso es lo que fue él”, concluye refiriéndose a DiCaprio.

Gisele Bundchen con Leonardo Di Caprio

Respecto a su aspecto físico, la modelo también tuvo algo que confesar. Tras amamantar a sus dos hijos, Benjamin Rein, de ocho años, y Vivian Lake, de cinco, Bünchen se dio cuenta de que sus pechos habían reducido su tamaño, e que incluso habían dejado de tener la misma proporción. “Siempre fui elogiada por mi cuerpo y sentía que la gente tenía expectativas que ya no podía cumplir”, admite. “Me sentí muy vulnerable, porque puedo ejercitarme y puedo comer sano, pero no puedo cambiar el hecho de que mis hijos disfrutarán más de mi pecho izquierdo que del derecho”, añade.

Para solucionarlo, la brasileña decidió pasar por el quirógrafo y hacerse un aumento de pechos. “Todo lo que quería era que fueran iguales y que la gente dejara de comentar sobre eso”, confiesa. Sin embargo, el resultado no fue el esperado, y la modelo se arrepintió rápidamente de su decisión. “Cuando me desperté [al día siguiente], pensé: ‘¿Qué he hecho?’ Sentí como si estuviera viviendo en un cuerpo que no reconocía”, cuenta. “Durante el primer año, usé ropa [holgada] porque me sentía incómoda”, añade la modelo.

Quien la ayudó a superar ese momento fue su esposo, el jugador de fútbol americano, Tom Brady, con quien lleva casada casi diez años. “Él solo dijo ‘te amo’ y que me veía hermosa”, señala la modelo. “Definitivamente esa fue una lección: lo que no te mata te hace más fuerte. Pero desearía haberlo aprendido de otra manera”.

A pesar de que el año pasado la supermodelo perdió el trono como la mejor pagada –Kendall Jenner se alzó con ese título en noviembre de 2017–, y se despidió de las pasarelas en 2015, su carrera dentro del mundo de la moda está lejos de llegar a su fin. Actualmente, sigue siendo portada de las principales revistas del sector y trabaja para importantes marcas como Versace, Intimissimi o Stuart Weitzman, entre otras.

 

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