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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no dialogó en persona con los líderes de Irak durante su reciente visita sorpresa a ese país porque ambas partes no acordaron el modo de organizar ese encuentro.

“Un desacuerdo sobre cómo llevar a cabo esa reunión provocó que esa reunión fuera remplazada por una conversación telefónica”, reza un comunicado de la oficina del primer ministro iraquí, Adel Abdul Mahdi.

El secretario de Defensa y el presidente de EE.UU., James Mattis y Donald Trump, 23 de octubre de 2018.

Retirada de Mattis: ¿Principio del fin de Trump o su oportunidad para reorganizar el Pentágono?

Durante ese viaje, el mandatario estadounidense y su esposa, Melania Trump, pasaron tres horas con las tropas estadounidenses estacionadas en la base aérea de Al Asad, al oeste de Bagdad. Allí, el inquilino de la Casa Blanca declaró que EE.UU. no retirará sus tropas de Irak, un lugar que podría servir como base para “hacer algo en Siria” si fuera necesario.

Esa fue la primera visita de Trump a las tropas desplegadas en el extranjero desde que anunció que EE.UU. retirará por completo las fuerzas estadounidenses de Siria y reducirá drásticamente su presencia en Afganistán, una medida que conmocionó a algunos de sus compañeros de partido, a los demócratas y a ciertos medios de comunicación norteamericanos y que provocó la dimisión de su secretario de Defensa, James Mattis.

“Una flagrante violación de la soberanía de Irak”

Líderes políticos y milicianos de Irak han condenado esta iniciativa de Donald Trump porque estiman que ha supuesto una violación de la soberanía de su nación, informa Reuters.

El líder del bloque parlamentario de Islah, Sabah al Saadi, ha solicitado una sesión de emergencia del Parlamento iraquí para “detener estas acciones agresivas” de un mandatario que “debe conocer sus límites” y recordar que “la ocupación de Irak por parte de EE.UU. ha terminado”.

Por su parte, el bloque Bina —rival de Islah y dirigido por el líder de la milicia respaldada por Irán, Hadi al Amiri— también se ha opuesto a este viaje: “La visita de Trump es una flagrante y clara violación de las normas diplomáticas y muestra su desdén y hostilidad en sus relaciones con el Gobierno iraquí“, aseveró ese político

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