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Naciones Unidas, 1 ago (EFE).- El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, aseguró este lunes que no sabe si la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, visitará finalmente Taiwán, pero pidió al Gobierno chino que actúe con “responsabilidad” y no eleve la tensión si ese viaje se produce.

Blinken, en declaraciones a los periodistas en la sede de Naciones Unidas, subrayó que la decisión corresponde únicamente a la líder del Congreso, que es una “rama independiente” del Gobierno, aunque recordó que hay muchos precedentes de visitas parecidas por parte de legisladores estadounidenses.

“Así que si (…) decide ir y China intenta crear algún tipo de crisis o elevar las tensiones, eso sería culpa de Pekín”, opinó el jefe de la diplomacia de EE.UU., que confió en que las autoridades chinas “actúen con responsabilidad”.

La posible visita de Pelosi a Taiwán ha generado en los últimos días varias advertencias por parte de representantes chinos sobre posibles consecuencias.

La semana pasada, el portavoz del Ministerio de Defensa de China Tan Kefei declaró que el Ejército chino “no se quedará de brazos cruzados” si se produce la visita y pidió que el país norteamericano respete “su promesa de que no apoyará la independencia de Taiwán”.

La Cancillería china también declaró que la nación norteamericana tendrá que “asumir todas las consecuencias que surjan” del viaje.

Durante la conversación telefónica que mantuvieron la semana pasada, el presidente chino, Xi Jinping, pidió a su homólogo estadounidense, Joe Biden, “no jugar con fuego”.

Pelosi se encuentra en Asia de visita oficial y, hasta el momento, ha anunciado que visitará países como Singapur, Indonesia, Malasia o Japón, sin que haya declarado que vaya a visitar Taiwán, extremo tampoco confirmado por el Ministerio de Exteriores de la isla.

Sin embargo, varios medios estadounidenses, citando fuentes anónimas, aseguran que ese viaje se producirá, aunque todavía no están claros los detalles.

China reclama la soberanía sobre la isla y considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.

Taiwán, con quien Washington no mantiene relaciones oficiales, es uno de los mayores motivos de conflicto entre China y EE.UU., debido sobre todo a que Washington es el principal suministrador de armas de Taiwán y sería su mayor aliado militar en caso de conflicto bélico con el gigante asiático.

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