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Kiev, 6 jul (EFE).- El ataque ruso de anoche contra la ciudad ucraniana de Leópolis, en el oeste del país, consistió en el lanzamiento desde portaaviones y submarinos situados en el Mar Negro de diez misiles de crucero Kalibr que cambiaron bruscamente de dirección para engañar a las defensas aéreas ucranianas.

Equipos sanitarios evacuan a un herido tras el impacto de un misil ruso en un edificio en la ciudad ucraniana de Leópolis el 6 julio de 2023. EFE/EPA/MYKOLA TYS

“Se identificaron varios grupos de misiles que primero se dirigieron hacia el norte, utilizando la topografía de la zona del canal del Dniéper, y después cambiaron abruptamente su dirección hacia el oeste”, explicó la Fuerza Aérea ucraniana en un comunicado.

Equipos de rescate y de la policía junto al edificio residencial en el que impactó un misil ruso en la ciudad de Leópolis el 6 de julio de 2023. EFE/EPA/MYKOLA TYS

Las defensas aéreas ucranianas “sólo pudieron destruir siete de los diez misiles de crucero Kalibr” lanzados por Rusia, añade la nota.

Uno de los misiles rusos impactó en un edificio residencial de varias plantas de la ciudad de Leópolis, matando a cuatro personas e hiriendo de diversa consideración a otras 32, según el último parte de muertos y heridos.

Al final de su comunicado, la Fuerza Aérea ucraniana escribe: “¡Necesitamos F-16!”. Ucrania pide a sus aliados que envíen en el menor tiempo posible estos aviones de combate de fabricación estadounidense diseñados para lanzar todo tipo de misiles capaces de destruir los proyectiles que lanza Rusia.

Los cazas occidentales darían a las defensas ucranianas movilidad y capacidad de reacción ante todo tipo de ataques aéreos rusos.

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