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Pekín, 28 jul (EFE).- Los jóvenes chinos, a menudo absortos en los estudios y su futuro laboral, han abrazado de manera contundente un nuevo deporte que ha cambiado en pocos meses el ‘status quo’ de las actividades sociales en el país: el Ultimate Frisbee.

EFE/EPA/WU HAO

Este deporte de equipo mixto autoarbitrado, una suerte de mezcla entre rugby y fútbol americano sin contacto físico, cambiando el balón ovalado por un disco volador, está creciendo a pasos agigantados en China.

Creado en Estados Unidos en la década de 1970, entró con más o menos fuerza en el gigante asiático a través de expatriados estadounidenses a finales de los 90 del siglo pasado, pero no fue hasta el año 2021 cuando vivió su auge.

La política china de “cero covid”, que limita las actividades y los viajes, ha hecho que los atractivos del ejercicio en exteriores se conviertan en una nueva manera de socializar.

Un simple paseo por las instalaciones deportivas al aire libre de Pekín mostrará a cientos de jóvenes corriendo, saltando y divirtiéndose lanzándose un disco de unos a otros hasta la zona de puntuación.

UN DEPORTE AMIGABLE

La principal razón detrás de este aumento tan repentino entre los practicantes de esta actividad pone de acuerdo a todas las entidades contactadas por EFE: no se requiere de ninguna cualidad técnica para empezar a jugar.

“Este es un deporte muy sencillo para empezar, ya que solo se necesita tener habilidades deportivas básicas, como correr y saltar, algo que obviamente es diferente con el fútbol y el baloncesto”, explica Zhang Meng, organizador de la CUDL, única competición de Ultimate Frisbee de Pekín en la actualidad.

“No es fácil estimar cuántas personas pueden estar jugando actualmente, pero creo que el número aumentará gradualmente de las ciudades de primer nivel a las ciudades de segundo y tercer nivel, porque este deporte puede ser muy atractivo y amigable para los principiantes”, agregó Zhang.

Esta súbita popularidad tiene mucho que agradecerle a las redes sociales del país, en particular a Weibo y a Xiaohongshu, las respuestas chinas a las occidentales Twitter e Instagram.

El pasado 27 de mayo el término chino para disco volador entró en la lista de las 50 búsquedas más realizadas en Weibo con 20.000 resultados, pero solo mes y medio después esta cifra alcanzó los 4,43 millones.

Por su parte, Xiaohongshu incluyó al frisbee como una de las 10 actividades al aire libre más importantes de 2022 en un reciente reporte, y cuenta con más de 30.000 publicaciones de este deporte que han sido visualizadas más de 42,4 millones de veces.

UN DEPORTE ATRACTIVO

Pero mucho de este contenido poco tiene que ver con la práctica de este deporte en sí mismo, y más con el postureo y una buena iluminación en las fotos, ya que incluso se contratan fotógrafos profesionales para que aquellas imágenes que se suban a las redes sociales tengan mejor calidad.

De ahí nace la segunda de las razones que llevan al consenso entre los entrevistados para apuntalar el desarrollo de esta actividad y que está estrechamente relacionada con la cualidad de deporte mixto que tiene el Ultimate.

“Este deporte es muy amigable para las mujeres, por lo que muchas jóvenes pueden participar fácilmente, y esto, naturalmente, atraerá a muchos hombres”, afirmó Zhang.

Un desarrollo que se extiende a los productos relacionados con el deporte en sí, y a los campos utilizados para realizar las prácticas y partidos.

En China ya existe una empresa especializada en material necesario para jugar al Ultimate desde 2008.

Yikun produce un disco de 175 gramos aprobado por la Federación Mundial del Disco Volador (WFDF) para usarse en torneos y a menudo patrocina competiciones.

FÚTBOL VERSUS ULTIMATE

Pero lejos de las marcas especializadas, las plataformas de venta en línea del país asiático se han hecho eco de la explosión de este deporte, y han cambiado las descripciones de productos de otras disciplinas para adaptarlas a la demanda de los jugadores del disco volador.

Sin embargo, este auge repentino también tiene su contraparte negativa.

“No hay comparación, porque no existía el frisbee el año pasado”, responden varios administradores de campos de fútbol en Pekín ante la búsqueda de datos que muestren el aumento en las reservas para practicar el Ultimate.

China no es un país que disponga de muchos terrenos de juego para el fútbol, a pesar de un reciente impulso por parte del Gobierno chino para desarrollar el deporte rey.

Aún así, la coexistencia entre las distintas academias y escuelas de fútbol y aquellos que simplemente querían jugar con los amigos nunca fue problemática al haber suficiente oferta.

Una convivencia amenazada ahora por estos jóvenes apasionados del disco volador, que invaden los otrora santuarios del balompié ante la complacencia de unos gestores encantados con la inyección de dinero tras meses de restricciones por las medidas antipandémicas.

“He tenido que cancelar todas las clases de este fin de semana porque no he podido reservar los campos”, confiesa un entrenador de fútbol afectado por esta situación.

Una “guerra” en ciernes que pondrá a prueba el empeño de las autoridades chinas en aplicar la visión del presidente Xi Jinping de que el país debe convertirse en una potencia futbolística.

La apuesta, sin embargo, podría verse alterada de ser admitido el Ultimate Frisbee de a cuatro en el programa olímpico de Los Ángeles 2028.

De ser así, una China siempre ávida de proyección olímpica podría invertir con fuerza en esta modalidad en busca de unas medallas que la ayuden en su particular contienda deportiva.

Todo esto, dentro de un futuro todavía aún no escrito en el Ultimate, a través de un presente frenético, pero con unos cimientos por consolidar en el país asiático.

Hasta entonces, los jóvenes chinos siempre podrán desahogarse un fin de semana corriendo, saltando y lanzando el disco volador.

Guillermo Benavides

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