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Madrid, 22 jun (EFE).- España quiere dedicar su semestre al frente de la presidencia de la Unión Europea (UE), que comienza el próximo 1 de julio, a que 2023 “sea el año de América Latina en Europa”, según dijo este jueves el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares.

El ministro español de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares. EFE/ Mariscal

Albares intervino en el encuentro “Presidencia española y relaciones UE-CELAC” celebrado en la Casa de América de Madrid, donde insistió en que este periodo rotatorio de España al frente del bloque europeo debe servir para “fortalecer” las relaciones entre ambas regiones.

A su juicio, estos seis meses “serán un momento de relanzar las relaciones porque América Latina es la región más eurocompatible del planeta”.

“Compartimos valores, intereses, la forma de mirar al mundo, somos socios naturales unidos por lazos históricos, con profundos vínculos sociales y económicos y no hablo solo de España”, apuntó.

En esa línea, aseveró que las regiones comparten a su vez “la defensa de valores y principios que nos son comunes”, como el “anhelo de paz, la defensa del orden internacional basado en reglas y la democracia”.

“Por eso la primera cumbre de la presidencia será la de Celac, una cumbre que espera desde 2015 y hoy es más necesaria que nunca”, dijo en referencia a la cita entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe y la UE los próximos 17 y 18 de julio en Bruselas.

UNA CUMBRE QUE ES UNA “OPORTUNIDAD”

Para Albares, el encuentro de Bruselas es una “oportunidad” para abordar los “muchos desafíos” que, a su juicio, solo puede hacerse “de manera conjunta”.

De la cita adelantó que no es un “fin en sí misma sino una plataforma para futuras interacciones” que sirva para lograr “un diálogo de alto nivel” que vaya “más allá de la presidencia española”, con una “agenda positiva, dinámica y de futuro”.

Entre los temas a tratar estarán la lucha contra el cambio climático, la situación migratoria, la salud global o “el fortalecimiento de las democracias puestas en cuestión en ambas regiones, reforzando las instituciones y las políticas públicas”.

El ministro recordó también el papel de otros actores como las empresas privadas, las organizaciones civiles o las sociedades y juzgó que en este periodo se abre “una nueva página en nuestra cooperación, una nueva alianza movilizando también a la inversión privada”.

Además, la presidencia española también quiere avanzar en acuerdos comerciales pendientes como “el de Mercosur, el de Chile, México o Centroamérica”, que son “esenciales para reforzar la credibilidad de Europa en la región.

“SOCIOS FIABLES”

Albares definió a los países latinoamericanos como “socios fiables” para la UE y “claves” para enfrentar “la triple transición”, digital, ecológica y social.

“Debemos trabajar para reducir las vulnerabilidades que son conjuntas en áreas como alimentación o energía, no podemos cerrar los ojos ante América Latina que posee el 45% de todo el comercio agroalimentario” del mundo, ejemplificó.

Insistió en que “Europa debe mirar el otro lado del Atlántico” porque, entre otras cosas, la guerra en Ucrania “ha recordado la necesidad de converger en defensa del multilateralismo y un orden internacional basado en reglas”.

Albares estimó que este esfuerzo de España en acercar a ambas regiones ya está viendo sus frutos en, por ejemplo, “la reciente gira latinoamericana” de la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von Der Layen.

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