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MADRID, 22 ABRIL.- La Sección de Protección del Patrimonio Urbano (Sepropur) de la Policía Municipal de Madrid está llevando a cabo una labor minuciosa en la lucha contra el grafiti, utilizando técnicas propias del arte forense para identificar y sancionar a los grafiteros responsables de las pintadas que adornan las calles de la ciudad.

Desde su creación en noviembre pasado, los 39 agentes de esta unidad han intensificado sus esfuerzos para investigar las numerosas pintadas que contribuyen a una sensación de suciedad e inseguridad en la capital. Durante casi seis meses, han elaborado más atestados relacionados con grafitis (49) que en todo el año 2023 (13), tramitado 139 denuncias (cinco remitidas a la Fiscalía), investigado a 17 personas e identificado a otras 273.

El trabajo de la Sepropur abarca patrullajes, seguimientos, análisis de cámaras de seguridad, consultas en fuentes abiertas y, especialmente, estudios grafológicos detallados. Los agentes son capaces de detectar diferencias en los trazos, estilos y detalles que pueden llevar a la identificación de un grafitero, incluyendo su dominancia manual y altura aproximada.

Madrid, considerada durante años como un centro importante del grafiti, atrae tanto a grafiteros locales como internacionales debido a su reputación y visibilidad. La ciudad es un lienzo vivo donde las expresiones artísticas compiten por la atención del público.

La diversidad en el mundo del grafiti es notable, desde los “toys” que inician su camino artístico hasta los veteranos “old school” cuya obra es más madura y respetuosa. Los agentes del Sepropur han identificado perfiles que van desde jóvenes estudiantes hasta adultos que ven el grafiti como una forma de vida y expresión artística.

A pesar de la amplia gama de artistas callejeros, la Sepropur también se enfrenta a desafíos, como la actividad persistente de grafiteros que infringen normas y dañan el patrimonio histórico. No obstante, su trabajo meticuloso está marcando una diferencia en la gestión del grafiti en Madrid y sirve como ejemplo de cómo la aplicación de técnicas forenses puede abordar problemas complejos en el entorno urbano.

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