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El flamante presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, se reunieron este miércoles en Brasilia y agitaron la posibilidad de intervenir en Venezuela, como parte de la avanzada de Donald Trump contra el régimen de Nicolás Maduro.

Pompeo, uno de los impulsores de aumentar la presión contra Caracas, se había reunido previamente con el nuevo ministro de Relaciones Exteriores brasileño, Ernesto Araújo, tras lo cual apuntó contra Venezuela, Cuba y Nicaragua. “Tenemos una oportunidad de trabajar juntos contra regímenes autoritarios”, planteó el funcionario estadounidense.

Pompeo dijo que se trata de un “deseo profundo” y compartido entre la administración de Trump y la de Bolsonaro. por la democracia en Cuba, Nicaragua y Venezuela, países “donde las personas tienes dificultades para expresar sus opiniones”. “En cuanto al tipo de operaciones, lo que existe es un entendimiento común de trabajar con socios que comparten lo que pensamos. Es importante que las personas tengan oportunidades reales, recíprocas y transparentes”, agregó.

Más tarde, Bolsonaro le expresó a Pompeo su “preocupación” con la situación de Venezuela, según fuentes de la Presidencia brasileña citadas por Reuters. El secretario de Estado estadounidense también habría tratado el tema con el presidente de Colombia, Iván Duque, con quien se reunió en Brasilia.

Como reveló semanas atrás, Trump y un sector de su gobierno están analizando sellar una alianza con Bolsonaro y Duque para lanzar un ataque contra el régimen de Maduro. El brasileño ratificó su alineamiento en política exterior con Washington y hoy le confirmó al enviado de Trump que Brasil se retirará del Pacto Global sobre Migraciones de la ONU, que el magnate busca boicotear.

Las especulaciones sobre una intervención en Venezuela se habían acelerado con la renuncia del general James Mattis como secretario de la Defensa. Mattis, que se retirará en febrero, durante meses actuó contrapeso a las voces más radicales al interior de la administración Trump como John Bolton, asesor de seguridad nacional de Trump, y Stephen Bannon, ex estratega presidencial y principal impulsor de la alt right estadounidense.

Justamente Bolton es uno de los principales interlocutores con Bolsonaro. Semanas atrás se reunieron en Rio de Janeiro y el estadounidense prometió “actuar” contra “los gobiernos bolivarianos”. Bolton también recibió en Washington a Eduardo Bolsonaro, uno de los hijos del ex militar que habló de “congelar fondos” y otras medidas contra Maduro que EEUU ya aplica.

Poco después de los dichos de Pompeo junto a Araújo, el gobierno de Venezuela denunció la “descarada y reiterada intromisión” de Estados Unidos y exigió “el debido respeto a su soberanía nacional”. La cancillería venezolana habló en un comunicado de “chantajes y presiones a países de la región” de parte de la administración Trump para lograr consenso contra Maduro.

Según Caracas, Pompeo llegó a Latinoamérica, “en otra de sus erráticas actuaciones”, con el propósito de “emitir órdenes directas a los gobiernos subordinados” a Estados Unidos para que “escalen sus agresiones” contra la administración de Maduro. 

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