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Lima, 12 abr (EFE).- La pobreza infantil obliga a trabajar a cerca de 3 millones de menores de edad en Perú, de los casi 10 millones que viven en el país andino, de acuerdo con cifras del Movimiento Nacional de Niños y Adolescentes Trabajadores Organizados del Perú (MNNATSOP) difundidas este miércoles.

“Hace mucho tiempo se hablaba de dos millones (de niños trabajando en Perú), pero después de la pandemia la cifra ha aumentado, creemos que de a tres o cuatro (millones)”, explica a EFE la portavoz de MNNATSOP, Ioannys Padilla.

Por su parte, la ONG Save The Children recordó, con motivo del Día Internacional de los Niños de la Calle que se conmemora hoy, que, según datos oficiales, al menos el 30 % de los menores vive en una situación de pobreza infantil, algo que está “muy relacionado con el trabajo infantil y los niños en situación de calle”.

Del mismo modo, el 30 % de niños y adolescentes se encuentran “en una situación en la que están estudiando y trabajando a la vez, solo trabajando o en una situación en la que ni estudian ni trabajan”, aseguró a EFE la asesora de Pobreza, Seguridad Alimentaria y Medios de Vida de Save the Children, Flor Correa.

Yeremi, de 16 años, es uno de los menores peruanos que trabajan vendiendo helados caseros en las calles y, con los cerca de 15 soles (unos 3,96 dólares estadounidenses) diarios de beneficio, sueña seguir formándose para poder tener una carrera de chef.

“La alternativa para salir de esta situación (de pobreza) es la escuela, obviamente, que es fundamental la educación, pero también el trabajo en condiciones dignas”, sostiene Padilla.

EL TRABAJO INFORMAL DE LOS NIÑOS

El trabajo entre los menores en Perú se ejerce, como en el caso de Yeremi, habitualmente de modo informal y en la calle, sin contrato ni condiciones reguladas, pese a que la ley lo permite en casos muy excepcionales desde los 12 años y con autorización de los padres a partir de los 14.

Padilla señaló la dificultad que tienen las empresas para contratar adolescentes, quienes generalmente se ven obligados a trabajar en el campo en una situación informal o en el día a día con los padres.

Pese a reconocer la vulnerabilidad y explotación que sufren muchos menores, Padilla defiende que se debe proteger y no erradicar la realidad de niños y adolescentes.

Por su parte, la portavoz de Save The Children subrayó la importancia de la escolarización para romper el ciclo intergeneracional de la pobreza, lo que considera una cuestión fundamental para acabar con la problemática de los niños en la calle.

El absentismo escolar que afecta a los menores en situación de calle resta a largo plazo oportunidades para desarrollar de manera integral las capacidades del niño y así poder abandonar la pobreza intergeneracional, de acuerdo con Correa.

Para ello, Correa apuesta por la escucha activa a estos menores para entender su perspectiva y así combatir la pobreza y el trabajo infantil.

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