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Santiago de Chile, 5 mar (EFE).- El nuevo año escolar comenzó este martes en Chile en una jornada marcada por el retraso en la apertura de varios colegios de dos regiones del país, Atacama y Valparaíso, donde por razones distintas los estudiantes empezarán el curso académico más tarde.

En la región Atacama (norte), seis escuelas postergaron el regreso a clases por las obras de mejora en sus infraestructuras, mientras que otras 12 escuelas e institutos de la región decidieron iniciar una huelga este lunes en protesta por las condiciones en las que se encuentran muchos centros educativos, una reclamación que ya marcó los últimos meses del curso anterior con una huelga de 85 días.

“Llamo a cuantificar y a no sobredimensionar la situación. Hay un paro, es parcial, y es importante decirlo con esa claridad (…) espero que esto se vaya solucionando rápidamente, está encaminado”, señaló el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, este martes durante la actividad que inauguró el nuevo curso 2024 en una escuela de la capital.

También en la ciudad costera de Viña del Mar, una de las más afectadas por los recientes incendios de la región porteña, dos colegios se vieron obligados a posponer su apertura hasta el 13 de marzo: uno sigue funcionando como albergue y el otro se encuentra en reparación por daños mayores tras el siniestro.

Aunque la mayoría de las escuelas puedan abrir sus puertas, la alcaldesa viñamarina, Macarena Ripamonti, reconoció el lunes que muchos estudiantes aún no están en condiciones de iniciar sus clases, ya sea por falta aún de una vivienda transitoria o por falta de condiciones.

“No hay duchas ni baños para poder higienizarse lo suficiente, no hay transporte, no hay capacidad de alimentación suficientes porque, a pesar de que todos estemos haciendo todo cuanto podemos, dedicando más de 18 horas de trabajo, nos falta demasiado”, lamentó la autoridad local.

Sus declaraciones se dieron en el marco de una visita del presidente Gabriel Boric a la zona afectada, donde entregó material escolar para cerca de 4.000 estudiantes damnificados por los incendios, una medida que se suma al bono para la compra de uniformes que ha beneficiado a 3.000 alumnos.

“Quiero que todos los niños y niñas inicien el año en condiciones adecuadas”, expresó Boric.

“Habilitar los establecimientos educacionales para dar inicio al año escolar es fundamental para que vuelva la normalidad, para que los niños y niñas puedan tener contención, y sobre todo, para que no pierdan su trayectoria educativa”, añadió.

En el caso de los centros educativos de Atacama, Cataldo explicó en una entrevista el fin de semana que el retraso será máximo de seis días, hasta el próximo lunes: “Esto no altera el aprendizaje de los niños, porque lo que se hace es ajustar el calendario escolar, si se empieza una semana después, se termina una semana después”, dijo.

Tres dirigentes del Colegio de Profesores de la región lleva desde el 1 de marzo en huelga de hambre para exigir mejoras en las infraestructuras educativas y, según anunciaron el sábado, no detendrán la acción pese al inicio del año escolar porque consideran que las autoridades “no cumplen sus promesas”.

“Es una medida demasiado extrema que pone en riesgo su salud, su integridad física de manera innecesaria, porque esto no va a acelerar la construcción de escuelas”, señaló Cataldo este martes.

El jueves pasado, el Ministerio de Educación y el Gobierno Regional de Atacama oficializaron un convenio de colaboración por más de 300.000 millones de pesos (casi 310 millones de dólares a cambio de hoy) para mejorar la infraestructura escolar de la región.

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