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Un tribunal ha dispuesto este viernes 18 meses de prisión preventiva para Edwin Oviedo, el presidente de la Federación Peruana de Fútbol por ser el presunto autor mediato del homicidio de dos líderes sindicales de una empresa vinculada con él, y por asociación ilícita en agravio del Estado, según informó el poder judicial del país sudamericano.

Oviedo, según la justicia peruana, pudo esquivar este caso aprovechando su posición como el máximo dirigente del deporte más popular en el país y valiéndose de su vínculo con un magistrado corrupto, el destituido juez supremo César Hinostroza, cuya extradición desde España sigue tramitando el Gobierno peruano.

Ambos líderes sindicales, Manuel Rimarachin Cascos y Percy Valdemar Farro,trabajaban para la azucarera Tumán y fueron asesinados en 2012 y 2015 tras protestar contra los administradores judiciales de la empresa. De acuerdo con las pesquisas y con gran cantidad de testimonios recogidos por el fiscal, Oviedo lideró entre 2007 y 2015 la organización criminal Los Wachiturros de Tumán, creada para contrarrestar a los opositores a su administración. Según varios testigos, el empresario mencionó la conveniencia de la muerte de los dirigentes y las órdenes a los autores materiales de los homicidios.

La orden judicial de prisión preventiva del Octavo Juzgado Penal de Lambayeque indica, además, que está demostrado el vínculo entre el jefe del fútbol peruano con la red de corrupción Cuellos Blancos del Puerto, cuyo presunto líder está preso en Madrid desde octubre, luego de haber fugado de Perú a pesar de una orden de arraigo.

Según las pesquisas de las dos fiscales de crimen organizado del Callao, Oviedo gestionó, además, entradas gratis para el Mundial de Fútbol Rusia 2018 para Hinostroza y su esposa, y además facilitaba que el entonces juez supremo usara el servicio de fisioterapia de la Federación Peruana de Fútbol (FPF).

A cambio, en los días previos a la participación de la selección peruana de fútbol en el Mundial de Rusia, Oviedo fue favorecido por Hinostroza con la revisión de una sentencia para que el fiscal Carrasco dejara de investigarlo como parte de Los Wachiturros de Tumán. Además, recibía asesoría legal del entonces magistrado supremo, a quien, según las fiscales, también pagaba una suma mensual por dichos consejos.

Mientras Oviedo se somete a la justicia, ha asumido como presidente de la FPF Agustín Lozano, un hombre cercano a su predecesor: actualmente es dirigente del club de fútbol Juan Aurich de Lambayeque, institución que Oviedo presidió la década pasada.

Vinculación con la mafia infiltrada en el sistema de justicia

La orden de prisión preventiva se suma a otra de diez días de detención preliminar, dictada el jueves por un tribunal en Lima, tras una petición de la fiscal contra el crimen organizado Rocío Sánchez, una de las dos que investigan a la mafia que se enquistó en el sistema de justicia, los Cuellos Blancos del Puerto.

Según un informe fiscal de agosto, el entonces juez Hinostroza encabezaba la organización criminal que operaba principalmente desde la Corte Suprema y la Corte Superior del Callao, el principal puerto peruano, una jurisdicción donde prevalecen los delitos de narcotráfico y crimen organizado.

Las fiscales investigaban a abogados de bandas de narcotraficantes que operaban en el Callao y, cuando lograron escuchas telefónicas legales, descubrieron como interlocutores a administrativos del sistema de justicia, jueces, fiscales, congresistas, empresarios y miembros del Consejo Nacional de la Magistratura.

Las conversaciones, difundidas en medios de comunicación desde julio pasado, eran sobre el intercambio y negociación de beneficios: puestos de trabajo, revisión de sentencias, fallos favorables, orientación legal, ratificación o remoción de magistrados a cambio de sobornos y otras dádivas.

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