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Riad, 12 may (EFE).- El Ejército de Sudán y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) continuarán sus negociaciones en Sudán con el fin de alcanzar un “alto el fuego efectivo” de diez días, después de que firmaran, en una primera ronda del diálogo en Arabia Saudí, un acuerdo de principios para permitir el flujo de ayuda y proteger a los civiles, se informó hoy oficialmente.

“Tras la firma, las conversaciones (en la ciudad portuaria) de Yeda se centrarán en alcanzar un acuerdo sobre un alto el fuego efectivo durante un máximo de diez días”, dijo un comunicado conjunto de Arabia Saudí y Estados Unidos, mediadores del diálogo, reproducido hoy por la agencia oficial de noticias saudí, SPA.

La nota destaca que esa tregua esperada “para facilitar las actividades humanitarias”, contemplará “medidas de seguridad que incluirán un mecanismo de vigilancia del alto el fuego apoyado por Estados Unidos, Arabia Saudí y la comunidad internacional”.

La “Declaración de Yeda”, anunciada tras unas negociaciones indirectas entre el Ejército y los paramilitares, no incluye un anuncio de una nueva tregua tras el fin, el jueves, de la pausa de siete días auspiciada por Sudán del Sur y que, como las anteriores, no ha sido respetada por ninguno de los dos bandos.

Según el comunicado, el diálogo iniciado el pasado sábado en Arabia Saudí abordará, en una futura fase, “los arreglos propuestos para unas conversaciones posteriores, con civiles sudaneses y socios regionales e internacionales, sobre un cese permanente de las hostilidades”.

La nota subraya también la “esperanza” de los mediadores -Arabia Saudí y EE.UU., con la ayuda de Naciones Unidas-, “en que los civiles sudaneses y los socios regionales e internacionales participen en las próximas rondas” de las conversaciones.

El ministro de Exteriores saudí, Faisal bin Farhan, afirmó hoy en su cuenta oficial en Twitter que lo acordado en Yeda “es un primer paso”, tras calificar de “sin precedentes” la crisis que atraviesa Sudán desde el estallido de los combates el 15 de abril.

“Las conversaciones y la declaración de compromiso con la protección de los civiles es un primer paso, y seguirán otros (…) lo más importante es que se cumpla con lo acordado y el Reino trabajará hasta que la seguridad y la estabilidad vuelvan a Sudán y a su pueblo hermano”, dijo Bin Farhan.

Según la ONU, los combates han causado la muerte de más de 600 civiles y heridas a otros más de 5.000, además del desplazamiento interno de 700.000 sudaneses y la huida del país de otros más de 120.000.

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