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Ramala (Cisjordania), 3 jul (EFE).- Cientos de palestinos volvieron hoy a las calles de la ciudad cisjordana de Ramala contra “el asesinato” de un disidente en protestas en las que volvieron a pedir la renuncia del presidente, Mahmud Abás, tras un parón por la represión de las fuerzas de seguridad.

La ONU y la representación de la UE en los territorios había advertido a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de que debía permitir la “libertad de expresión”, después de que la Policía y leales a Abás atacaran a manifestantes, especialmente a mujeres, seguido de una campaña de acoso en redes con la publicación de datos personales de móviles que robaron.

La madre de Nizar Banat, opositor y candidato independiente a las elecciones suspendidas que murió el 25 de junio bajo custodia de la fuerzas de seguridad, y su hermano Gasan, -que responsabilizan a la ANP de su “asesinato”- fueron recibidos con aplausos por los manifestantes y encabezaron la marcha de protesta por el centro de Ramala.

Cientos de palestinos volvieron hoy sábado a las calles de la ciudad cisjordana de Ramala contra “el asesinato” de un disidente en protestas en las que volvieron a pedir la renuncia del presidente, Mahmud Abás, tras un parón por la represión de las fuerzas de seguridad. EFE / Sara Gómez Armas.

“Todos somos Nizar Banat”, gritaron los manifestantes mientras cargaban contra las autoridades palestinas a quienes acusaron de “corrupción” y de “colaboración con Israel”: “Vete Abás” y “El pueblo quiere la caída del régimen”, volvieron a escucharse en las calles.

“Levantamos la voz contra el asesinato, para llamar al alto a la ANP y para que se vaya Abás”, declaró a Efe una joven manifestante, que llegó desde Hebrón, donde murió Banat después de que fuera detenido y apaleado en una casa de esa ciudad donde se protegía de amenazas de muerte.

En la manifestación destacó la presencia de mujeres, mayoritariamente jóvenes, que han sido especialmente agredidas durante las convocatorias que siguieron a la muerte de Banat y que han denunciado el acoso por parte de jóvenes acólitos de Fatah, partido nacionalista de Abás.

En paralelo a la protesta en Ramala, Fatah, que controla la ANP y gobierna en gran parte de Cisjordania, movilizó a sus simpatizantes en Hebrón, donde ondearon banderas del partido.

El partido ha llegado a movilizar a sus milicias armadas con marchas en las calles como demostración de fuerzas y amedrentamiento a activistas y sociedad civil.

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