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Sao Paulo, 28 abr (EFE).- La conservación de la Amazonía brasileña es inviable sin el desarrollo económico de la región, una de las más pobres del país, asevera el gobernador del estado de Amazonas, Wilson Lima, en una entrevista a EFE.

El gobernador del estado de Amazonas, Wilson Lima, habla en un evento para presentar oportunidades de negocios a empresas españolas, el jueves 27 de abril de 2023, en Sao Paulo (Brasil). EFE/ Sebastião Moreira

Lima, que está desde hace cuatro años al frente del estado más extenso de Brasil (1,5 millones de kilómetros cuadrados de territorio, un 97 % de selva virgen), defiende que el bosque sólo puede mantenerse “bajo una lógica financiera”.

“Si no das oportunidades a las personas que viven en la selva, no dudes de que utilizarán los recursos del bosque para garantizar el sustento de sus familias. Así que no se puede hablar de preservación del medio ambiente con pobreza”, razona.

Subraya que la mejor herramienta de desarrollo sostenible es generar empleos, y por ello hace una defensa firme de mantener las ventajas fiscales de la zona franca de Manaos, que han convertido a la capital regional en una potencia industrial de dos millones de habitantes en medio de la selva.

UNA CARRETERA POLÉMICA

Uno de los proyectos clave en los próximos años para la continuidad de la industria de Manaos -“la gran lucha” de las autoridades de Amazonas- es concluir el asfaltado de la carretera BR-319, a lo que se oponen los ecologistas.

Esta vía, ahora “intransitable”, permitirá llevar en camión los televisores, aparatos de aire acondicionado y motocicletas fabricados en el polígono industrial de Manaos, hasta los grandes centros consumidores del sur de Brasil, acortando los tiempos del transporte.

Lima asegura que el estado cumple “con todas las condiciones ambientales” para las obras, iniciadas en 2022, y opina que una vez asfaltada, al contrario de lo que piensan los ecologistas, la carretera servirá para “fortalecer” la vigilancia ambiental y mejorar la lucha contra la desforestación y otros delitos.

“Pavimentar la BR-319 significa desarrollo económico, desarrollo social y, por supuesto, desarrollo medioambiental. No podemos estar condenados al atraso por discursos equivocados sobre preservación de personas que no conocen la Amazonía”, sentencia.

DISTANCIAS CON LULA

El gobernador, quien recibió el apoyo del ultraderechista Jair Bolsonaro en las elecciones de 2022, toma cierta distancia con las políticas ambientales del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien ha prometido “deforestación cero” y acabar con la minería ilegal en la Amazonía.

Lima se opone a la minería ilegal por sus daños medioambientales y también, a las arcas públicas. “No se recauda nada con el contrabando”, dice.

Pero defiende que la política de represión de los delitos ambientales “tiene que ser una excepción” porque su eficacia, opina, es limitada.

“Este trabajo de represión, prisión y castigo tiene un límite. Llega un momento en que ya no funciona. Lo que tenemos que hacer es avanzar en cuestiones que resuelvan definitivamente el problema de la Amazonía”.

La solución a los conflictos en la Amazonía, a su juicio, pasa por la regularización de tierras y de la minería artesanal, así como por la inversión en tecnología para el desarrollo de la “bioeconomía”.

“¿Qué ocurre? El Estado brasileño tiene esta práctica: lo que no puede resolver o desconoce, simplemente lo castiga o hace la vista gorda”, juzga.

CONOCER LA REALIDAD DE LA AMAZONIA

Una de las herramientas que pueden ser “fundamentales” para avanzar en la sostenibilidad, en palabras de Lima, es el Fondo Amazonía, que cuenta con aportes de 1.000 millones de dólares de Noruega y Alemania, y al que probablemente se sumará EEUU.

Sin embargo, la efectividad del fondo depende de que se mejore su gestión, según el gobernador, que critica que la excesiva burocracia del Gobierno federal supone un escollo para que las autoridades regionales puedan acceder a estos recursos.

Además, opina que, para mejorar la gestión del fondo, debería encargarse de gestionarlo “alguien que conozca la realidad de la Amazonía”.

Al margen de esto, la “mayor preocupación” de Amazonas en relación con las autoridades de Brasilia es la continuidad del régimen fiscal de la zona franca de Manaos, que podría verse modificado por la reforma tributaria que pretende impulsar el Gobierno de Lula.

Lima dijo que el instructor del proyecto legislativo “dio señales” de que se mantendrán las condiciones que permiten a las fábricas de Manaos ser competitivas frente a sus rivales de Sao Paulo o de China, algo de vital importancia porque el 70 % de la economía regional gira en torno a este polígono industrial.

El gobernador amazonense viajó a Sao Paulo para presentar oportunidades de negocios a empresas españolas y las animó a invertir en la zona franca, así como en otros sectores como el turismo, la biodiversidad y las concesiones de zonas forestales.

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