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WELLINGTON, 17 oct (Reuters) – El Partido Laborista de la primera ministra Jacinda Ardern obtuvo el sábado una victoria aplastante en las elecciones generales de Nueva Zelanda que podrían dar como resultado el primer Gobierno formado por un solo partido en décadas.

El Partido Laborista se encamina a conseguir 66 de los 120 escaños en el Parlamento unicameral del país, el mejor resultado desde que Nueva Zelanda adoptó un sistema de votación proporcional en 1996.

“Este es un cambio histórico”, dijo el comentarista político Bryce Edwards de la Universidad de Victoria en Wellington, describiendo los comicios como uno de los mayores cambios en la historia electoral de Nueva Zelanda en 80 años.

“Es un escenario nuevo”, agregó.

Con el 77% de los papeletas contadas, el Partido Laborista obtiene el 49% de los votos, por delante del Partido Nacional de la oposición, de Judith Collins, que se hace con el 27%, dijo la Comisión Electoral.

Los comicios suponen, en gran medida, un referéndum sobre las gestión de Ardern de la COVID-19.

“Si estos números se mantienen, será un mandato muy fuerte”, dijo el ministro de Finanzas, Grant Robertson. “La gente está muy agradecida y contenta con la forma en que hemos manejado la pandemia y le gusta el plan que tenemos para la economía”, subrayó.

Ardern salió de su casa, en Auckland, para saludar a sus seguidores. Mientras, la líder del Partido Nacional de la oposición, Judith Collins, dijo que había llamado a la primera ministra para felicitarle por un “resultado sobresaliente”.

En plena segunda ola de la pandemia en Europa y otras zonas del mundo, la vida ha vuelto relativamente a la normalidad en Nueva Zelanda. Sus fronteras siguen cerradas, su sector turístico se encuentra gravemente afectado y los economistas predicen una recesión duradera.

La economía se contrajo un 12,2% en el segundo trimestre -su peor nivel desde la Gran Depresión- y se espera que la deuda alcance un máximo del 56% del PIB.

*(Información de Praveen Menon; editado por William Mallard y Raju Gopalakrishnan; traducción de Jorge Martínez)/Reuters

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