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Madrid, 6 oct (EFE).- El snooker, un deporte tranquilo, estratégico y para mentes ágiles. El tercero más visto en Eurosport España, por detrás del tenis y el ciclismo. Una puntería extraordinaria que engancha a los aficionados a la pantalla. Una bola roja, una bola de color y así sucesivamente. El esquema que hipnotiza a una media de 70.000 espectadores por campeonato.

Un deporte de origen inglés que llegó a las televisiones españolas hace muchos años, pero sólo ahora parece estar triunfando.

Un deporte hipnótico

Un silencio estremecedor aliado a la vestimenta negra y a los chalecos clásicos de los jugadores, y al cuidado extremo por parte de los árbitros, que visten guantes blancos.

Una bola roja y una bola de color. Mientras hay rojas, el arbitro se encargará de devolver las de color a la mesa. Después de la última combinación se empezarán a meter las bolas de color en un orden determinado, de menor a mayor valor: amarilla (2 puntos), verde (3), marrón (4), azul (5), rosa (6) y la negra (7). Este es el esquema del snooker que engancha hasta a los que no lo comprenden.

El boom del snooker y la falta de una estrella española

Una figura tan carismática como Ronnie O’Sullivan, a quien muchos comparan con Michael Jordan, también influye en un mayor seguimiento de este deporte. Una historia de vida abrumadora, reflejada en una de las biografías más vendidas del mundo del deporte durante años, que tocó en los corazones de su afición y posibilitó una mayor adhesión al snooker.

Según Fernando Ruiz, director de Eurosport España, el perfil del consumidor es sorprendente, ya que hablamos de gente de cualquier grupo etario, desde jóvenes a gente mayor, sean hombres o mujeres. 70.000 aficionados que una vez encienden la televisión ya no la apagan, sean dos, tres, ocho, o hasta diez horas de partido. Esto se explica por la variedad de comentaristas capaces de esclarecer cómo funciona el deporte e interactuar con quienes están en el salón de su casa.

Años y años de trabajo que han propiciado el actual auge del snooker en España, pero falta algo para que adquiera una presencia aún mayor.

“Necesitaríamos a un jugador español que se pudiera meter en el circuito mundial. Es muy complicado, y si no podemos tenerlo en un corto plazo de tiempo, seguramente lo tendremos a medio plazo”, reveló Fernando Ruiz, mientras destacó la importancia de tener un torneo en España que le diera más visibilidad.

O’Sullivan: Una máquina de hacer dinero

Ronnie O’Sullivan, actual campeón y número uno del mundo. La leyenda del snooker y uno de los jugadores más consumados en la historia de este deporte. Siete veces campeón del mundo, otros siete trofeos del Masters, siete más del Campeonato del Reino Unido, 21 de torneos de la Triple Corona y 39 de eventos de ránking.

Teniendo en cuenta los torneos de los dos últimos años, sin contar con patrocinadores ni publicidad, O’Sullivan acumula ya un millón veinte mil euros de ganancias, cerca de 60.000 euros más que en las temporadas 2020/21 y 2021/22.

Una máquina en las mesas y de hacer dinero. Conocer sus habilidades es posible, pero tiene un coste. ‘The Rocket Method’, uno de sus proyectos más recientes, es un curso de snooker compuesto de doce episodios, que tiene como objetivo ayudar a todos los apasionados del deporte a entender y jugar a su máximo potencial.

Son dos las opciones de matrícula posibles: Una membresía individual, de pago único, que ronda los 141,5 euros, y una colectiva, destinada a organizaciones con un acceso para hasta 50 personas, de suscripción anual, y con un coste de 2.866,08 euros.

Pero esto no es todo. ‘El cohete’ cuenta también con una página web de ‘merchandising’ que pone a disposición la compra de camisetas, chalecos, bolas usadas y firmadas por él…

Un abanico muy variado que puede alcanzar valores por encima de los 3.000 euros. Lo más barato, las camisetas de los partidos de exhibición por 340 euros cada. Lo más caro, la camiseta del Campeonato del Mundo, por 1.724 euros, el chaleco que usó en uno de los torneos disputados en 2019 (2.878,24 euros) y la caja con las bolas de práctica, que se alza a los 3.455 euros.

Una colección formidable que no acaba aquí. Las bolas de color firmadas por el jugador, que actualmente están agotadas, son también una de las opciones. La amarilla, la rosa, la azul, la verde y la blanca por 92 euros; la roja y la negra, firmadas en color plata y oro, por 115 euros.

Rita Cardeira

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