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Brasilia, 11 may (EFE).- La Policía Federal brasileña inició este jueves otra operación contra los grupos de ultraderecha que el 8 de enero pasado asaltaron las sedes de los tres poderes de la Nación en un intento de forzar un golpe contra el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.

La operación se concentró en los estados de Sao Paulo, Mato Grosso do Sul y Paraná, donde se han ordenado 22 allanamientos en domicilios de personas cuyas identidades no han sido reveladas y parte de cuyos bienes ha sido bloqueada por la Justicia, según informó en un comunicado la propia Policía Federal.

De acuerdo a la nota, el bloqueo de bienes es por un valor de hasta 40 millones de reales (unos ocho millones de dólares).

El ministro de Justicia, Flávio Dino, dijo en una entrevista con el canal Globonews, sin dar muchas precisiones, que “la operación muestra que había personas con doble identidad: un productor rural y que financia actos criminales”.

También indicó que las investigaciones sobre los sucesos del 8 de enero “no tienen fecha para acabar” y puso como ejemplo el asalto al Capitolio de Estados Unidos en enero de 2021, un caso en el que “dos años después aún hay operaciones en curso”.

Por los sucesos del 8 de enero, atribuidos a activistas de la ultraderecha que respaldan al expresidente Jair Bolsonaro, fueron detenidas 2.215 personas, de las cuales unas 300 permanecen en prisión, en tanto que el resto responderá ante los tribunales en libertad.

La Corte Suprema, responsable del juicio contra los golpistas, ya ha aceptado las acusaciones contra 550 de los responsables de esos ataques, que responderán por diversos delitos contra la democracia y el Estado de Derecho.

El Supremo ha incluido a Bolsonaro entre los investigados a fin de determinar si, aún estando ese día en Estados Unidos, de donde regresó el pasado 30 de marzo, incitó ese movimiento o tuvo algún papel en la planificación de la intentona golpista.

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