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Madrid, 29 abr (EFE).- La sequía que padece España se está agravando especialmente en el noreste del país, en la región de Cataluña, y el sur, en Andalucía, donde la falta de agua que ha dejado los pantanos bajo mínimos y castiga sobre todo a la producción agrícola y ganadera de ambas zonas.

Toros de lidia en la zona de Bailén (Andalucía, sur de España). EFE/José Manuel Pedrosa

Los embalses que abastecen de agua a Cataluña están actualmente al 25 % de su capacidad total, según la Agencia Catalana del Agua, lo que ha llevado a algunas comunidades de regantes a adoptar medidas excepcionales, como el cierre temporal de canales de riego o la distribución de turnos para el suministro.

En Andalucía, donde el agua embalsada se encuentra en torno al 28 %, de acuerdo con la información del Ministerio español para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, no solo los cultivos se ven afectados, también las ganaderías, y en concreto las de los toros de lidia, cuyos responsables han alertado ya de la “situación dramática” que viven sus explotaciones.

Ante estas ciscurtancias, el Gobierno español ha pedido a la Comisión Europea que se active la “reserva de crisis en relación con la sequía en España”, una solicitud que, según el ministro español de Agricultura, Luis Planas, ya cuenta con el apoyo de países como Francia.

“Ante una situación extraordinaria hay que dar una respuesta extraordinaria”, manifestó este sábado Planas en declaraciones a los periodistas.

El ministro español explicó que el país vive una situación “clara” de cambio climático con “sequías” como la de los años 1991-1995, pero “con altas temperaturas”.

España registra a mediados de primavera una ola de calor sofocante, con temperaturas récord en un mes de abril. En los últimos días se han alcanzado los 30-32 grados en buena parte de las comunidades autónomas e incluso los 40 en Andalucía.

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