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Moscú, 13 jun (EFE).- Los separatistas prorrusos de la autoproclamada república popular de Lugansk se preparan para cerrar el cerco en torno a Lisichansk, el último bastión ucraniano en esta región, mientras continúan los combates en la fábrica Azot de Severodonetsk.

“El principal ataque a Lisichansk probablemente se lleve a cabo junto al ataque a Siversk para no permitir a nadie la retirada del cerco en dirección a Sloviansk. Se trata de algo que sucederá en breve”, señaló en su cuenta de Telegram el “embajador” en Rusia de la región separatista, Rodión Miroshnik.

Según el dirigente prorruso, en la planta química Azot, el último reducto ucraniano en Severodonetsk, las milicias separatistas destruyeron varios equipos bélicos del enemigo.

“Se observan múltiples incendios en el territorio de Azot (…) se trata de equipos bélicos de los combatientes ucranianos que disparaban indiscriminadamente contra Severodonetsk”, afirmó.

Miroshnik añadió que fueron destruidos también varias posiciones ucranianas al oeste de Azot, en la dirección de Novodruzhesk y Pryvilia.

“Parte de las fuerzas ucranianas salió de Pryvilia rumbo a Novodruzhevsk. Algunos de ellos intentaron esconderse en los sembrados y en una cantera caliza entre Novodruzhevsk y Bilohorivka. Les atacamos. Nadie ya les dará la posibilidad de cambiar tranquilamente de posiciones”, dijo.

Según el representante separatista, entre los caídos hay varios mercenarios extranjeros.

Además, afirmó, citando fuentes locales, que en Lisichansk tuvieron lugar combates entre los batallones de Defensa Territorial de Ucrania que quieren abandonar la ciudad y destacamentos de las formaciones nacionalistas Azov y Pravi Sektor, que tienen la misión de retener la urbe hasta el final.

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