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Lomé, 15 jul (EFE).- Más de 20 personas murieron en la noche del jueves al viernes en ataques yihadistas contra varias localidades del norte de Togo, confirmó hoy el Gobierno togolés.

“Durante la noche del 14 al 15 de julio de 2022 se produjeron una serie de atentados terroristas en las localidades de Kpembole, Blamonga, Souguitangou y Lalabiga, en las prefecturas de Kpendjal y Kpendjal Oeste, que causaron más de 20 víctimas, que fueron cobarde y fríamente ejecutadas por los asaltantes”, indicó en un comunicado.

“Las operaciones de búsqueda continúan para identificar a todas las víctimas, tranquilizar a la población y neutralizar a estos atroces criminales”, agregó el Gobierno.

Tras el ataque el presidente del país, Faure Gnassingbé, se desplazó “inmediatamente” al lugar de los atentados, donde expresó sus condolencias a las familias de los fallecidos y a la población atacada y deseó una pronta recuperación a los heridos.

El Gobierno aseguró que hará “todo lo posible para garantizar la protección de la población y la integridad de nuestro territorio”.

El Gobierno de Togo aprobó a mediados de junio un “estado de emergencia de seguridad” en la región de las Sabanas (donde se encuentran las localidades atacadas) después de registrar dos presuntos atentados terroristas contra puestos militares de la zona en noviembre de 2021 y mayo de 2022.

En la madrugada del 10 al 11 de mayo, ocho soldados togoleses perdieron la vida y otros trece resultaron heridos tras “un violento ataque terrorista llevado a cabo por un grupo de individuos fuertemente armados, aún no identificados”, según indicó entonces el Ejecutivo togolés.

El incidente fue el primer presunto ataque terrorista con víctimas mortales del país.

Este viernes el Ejército de Togo reconoció haber matado el pasado fin de semana a siete adolescentes en la región de las Sabanas después de confundirlos “con una columna de yihadistas en movimiento”.

La región de las Sabanas es fronteriza con Burkina Faso, país que sufre a menudo ataques yihadistas desde abril de 2015, perpetrados por grupos vinculados tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico.

Muchos expertos han advertido de la posibilidad de que los grupos yihadistas que operan en el Sahel central (Burkina Faso, Mali y Níger) amplíen sus operaciones a países costeros de África occidental, como Togo o Benín. EFE

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