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TORONTO, 28 ABRIL.- Ontario, la provincia más poblada de Canadá, se prepara para implementar un conjunto de medidas que restringen el uso de teléfonos celulares y el vapeo en las escuelas a partir del próximo año escolar. El objetivo principal es combatir las distracciones en el aula y fomentar un ambiente de aprendizaje más enfocado y seguro para los estudiantes.

Las nuevas reglas establecen una clara distinción entre los niveles educativos. Para los estudiantes de jardín de infantes a sexto grado, los teléfonos celulares deberán permanecer apagados y fuera de la vista durante toda la jornada escolar, a menos que un educador lo permita en casos específicos.

Los estudiantes de grados superiores, de séptimo a duodécimo grado, tendrán mayor flexibilidad, con la prohibición del uso de teléfonos celulares limitada al horario de clases. En caso de incumplimiento, los teléfonos serán confiscados y los padres serán notificados.
El ministro de Educación, Stephen Lecce, ha justificado estas medidas argumentando que los teléfonos celulares en las aulas distraen a los estudiantes del aprendizaje.

La política “fuera de la vista y fuera de la mente” busca restaurar la concentración, la seguridad y el sentido común en las escuelas de Ontario, según las palabras del ministro.

Además de las restricciones a los teléfonos celulares, la nueva política también prohíbe el acceso a sitios de redes sociales en las redes y dispositivos escolares.

El gobierno también busca prohibir la grabación y difusión de videos o fotografías de personas sin su consentimiento explícito, aunque aún no se ha aclarado cómo se implementará y controlará esta medida.

Los maestros también tendrán la responsabilidad de informar sobre los niveles de distracción de los estudiantes en clase a través de las boletas de calificaciones. Estas medidas se implementan en un contexto en el que cuatro juntas escolares de Ontario han iniciado demandas contra plataformas de redes sociales como Snapchat, TikTok y Meta, alegando que sus productos interfieren con el aprendizaje de los estudiantes y causan “una perturbación generalizada en el sistema educativo”.

La iniciativa del gobierno de Ontario ha generado opiniones diversas. Mientras algunos apoyan las restricciones como una forma de mejorar el ambiente de aprendizaje, otros cuestionan la efectividad de las medidas y la posibilidad de su implementación práctica. El primer ministro de Ontario, Doug Ford, ha calificado la demanda contra las redes sociales como una “tontería”, lo que refleja la complejidad del debate sobre el uso de la tecnología en las escuelas.

Este conjunto de medidas representa un esfuerzo por parte del gobierno de Ontario para abordar las preocupaciones sobre el impacto de la tecnología en la educación y promover un entorno de aprendizaje más enfocado y productivo para los estudiantes. El éxito de esta iniciativa dependerá de su implementación efectiva y la colaboración entre escuelas, padres y estudiantes.

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