Santiago de Chile, 27 ABRIL.- La región de La Araucanía, en el sur de Chile, se vio sacudida por un trágico suceso que enlutó al país. Tres agentes del cuerpo de Carabineros fueron asesinados en un ataque armado, reavivando las tensiones en una zona marcada por el conflicto ancestral entre pueblos originarios, el Gobierno y grandes empresas que explotan tierras y bosques milenarios.
El atentado ocurrió en la madrugada del sábado, en la localidad de Cañete. Un grupo de hombres armados emboscó un vehículo policial que transportaba a funcionarios de Control de Orden Público, incendiando el automóvil y causando la muerte de un sargento y dos cabos que quedaron atrapados en su interior.
La noticia del ataque conmocionó al país, coincidiendo con el día en que Carabineros celebra su aniversario. El presidente Gabriel Boric convocó de inmediato a su gabinete de crisis, condenó el atentado y aseguró que no habría impunidad para los responsables. Boric anunció su viaje a la zona y decretó tres días de duelo nacional en honor a los carabineros asesinados.
El general Ricardo Yañez, jefe de Carabineros, expresó su dolor y consternación por el “cruel y vil asesinato” de los agentes que cumplían con su deber de brindar seguridad en una zona compleja. Yañez anunció la suspensión de los actos protocolarios por el día del Carabinero, en señal de luto por la tragedia.
El ataque se produce en un contexto de creciente tensión en La Araucanía, donde grupos armados han llevado a cabo numerosos sabotajes incendiarios contra empresas forestales y latifundistas, reclamando la restitución de tierras ancestrales que consideran usurpadas.
El Gobierno chileno ha implementado el estado de emergencia en la región desde mayo de 2022, en un intento por controlar la violencia.
Este trágico suceso pone de manifiesto la complejidad del conflicto en La Araucanía y la necesidad de encontrar soluciones pacíficas y duraderas que respeten los derechos de los pueblos originarios y garanticen la seguridad de todos los habitantes de la región.
