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Pekín, 12 ene (EFE).- El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, mantuvo anoche una conversación telefónica con su homóloga canadiense, Mélanie Joly, a quien pidió “racionalidad” y “respeto mutuo” para encauzar las maltrechas relaciones bilaterales.

“No existen disputas históricas ni conflictos de intereses entre nosotros. La difícil situación en las relaciones bilaterales no es algo que China quiera, y tampoco es algo que China haya causado. Pero Canadá debe comprender a China de la manera correcta”, afirmó Wang durante la conversación, recoge la cartera de Exteriores en un comunicado.

Wang pidió a Canadá “respeto mutuo” y que sea “objetiva y racional” para resolver las diferencias entre ambos.

“China está abierta al diálogo”, dijo Wang durante la llamada, según el comunicado, siempre que sea “en pie de igualdad” y con vistas a “mejorar la confianza y disipar las dudas”.

Según la nota, Joly aseguró que Canadá está dispuesta a adoptar actitud más “abierta, pragmática y constructiva” para encaminar las relaciones bilaterales así como a promover los intercambios, profundizar la cooperación económica y trabajar en la protección del medio ambiente.

La última crisis diplomática entre Canadá y China se inició a finales de 2022, cuando medios de comunicación del país norteamericano empezaron a filtrar documentos de los servicios de inteligencia canadienses (CSIS) que acusaban a Pekín de injerencia en las elecciones generales de 2019 y 2021.

Esto provocó la expulsión en marzo del diplomático chino en Ottawa Zhao Wei por supuestamente interferir en los asuntos internos del país norteamericano, a lo que Pekín respondió haciendo lo propio con el cónsul canadiense en Shanghái.

Otawa y Pekín sufrieron también una grave crisis diplomática en 2018 por el caso de la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, detenida en Vancouver (Canadá) por solicitud de Estados Unidos, y de dos canadienses, Michael Kovrig y Michael Spavor, arrestados en China.

Y en 2023, China presentó una protesta oficial en respuesta a la incursión de un avión militar canadiense en su espacio aéreo cerca de la isla que el gigante asiático denomina como Chiwei, perteneciente al archipiélago de las Senkaku (Diaoyu para Pekín).

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