(Actualiza con detalles de los heridos y del atacante, el cual se desconoce si está muerto)
Jerusalén, 19 mar (EFE).- El Ejército israelí dijo este martes que dos agentes de seguridad, en concreto del servicio de Inteligencia interior, fueron heridos y el atacante “neutralizado”, tras un ataque que involucró un tiroteo a la entrada del bloque de asentamientos Gush Etzion, en la Cisjordania ocupada, entre las ciudades palestinas de Belén y Hebrón.
“Durante el ataque, dos miembros de las fuerzas de seguridad israelíes resultaron heridos y ambos fueron evacuados conscientes a un hospital para recibir tratamiento médico”, detalló un comunicado castrense.
La agencia de Inteligencia israelí Shin Bet confirmó, poco después, que se trata de dos agentes suyos heridos “durante operaciones rutinarias”. Pero, de acuerdo con fuentes palestinas anónimas, los dos agentes habrían sido engañados para reunirse con el atacante, Ziad Hamran, haciéndoles creer que estaba dispuesto “a colaborar” con ellos cuando este abrió fuego, alcanzado a un agente “en el pecho e hiriéndole de gravedad”.
El tiroteo tuvo lugar entre el asentamiento de Migdal Oz y el cruce del de Gush Etzion, detalló el Ejército israelí, y según fuentes médicas del centro Shaare Zedek, una de las víctimas se encuentra grave pero estable, mientras que la otra resultó levemente herida.
El atacante palestino, de 30 años y originario de Yenín, en el norte de la Cisjordania ocupada, fue “neutralizado”; eufemismo usado habitualmente por el ejército para referirse a muerto.
Participamos “de una campaña del movimiento sionista contra el enemigo árabe que se está librando en todas partes del país”, dijo en un comunicado el jefe del consejo regional de Gush Etzion, Yaron Rosenthal, al poco de conocerse el suceso.
“Llegamos a Gush Etzion, un puesto de primera línea del Estado de Israel, durante casi un siglo. Nuestro control sobre esta buena montaña seguirá profundizándose. Esta es nuestra verdadera respuesta al terrorismo asesino”, añadió.
Este ataque se produce tan solo tres días después de que el imán de una mezquita en Hebrón abriese fuego, el sábado pasado, desde un cementerio próximo a un asentamiento judío, dentro de la ciudad palestina ocupada de Hebrón, y fuese abatido por soldados israelíes.
En Hebrón, la única urbe de Cisjordania ocupada con asentamientos judíos en el corazón de su casco urbano, viven unos 800 colonos protegidos por más de 600 militares, quienes tienden a atacar y humillar a una población palestina sujeta a un sistema de controles militares.
Cisjordania ocupada vive su peor pico de violencia de las últimas dos décadas -desde la Segunda Intifada-, debido a un aumento significativo -a raíz de la guerra en Gaza- de redadas militares israelíes en ciudades palestinas ocupadas como Yenín, Tulkarem o Nablus, que a menudo terminan en enfrentamientos armados con milicias locales.
En lo que va de 2024, han muerto al menos 111 palestinos -casi un cuarto de ellos menores- en redadas israelíes en Cisjordania, o tras supuestamente perpetrar unos nueve ataques violentos contra israelíes o soldados, según un recuento de EFE. También han fallecido unos 8 israelíes en ataques en lo que va de año, además de una soldado que estalló un artefacto explosivo con su vehículo en Yenín, norte de Cisjordania, durante una redada militar.
