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Manila, 29 jun (EFE).- El presidente de Filipinas, Ferdinand “Bongbong” Marcos Jr., cumple mañana un año de mandato, un periodo marcado por un viraje en política exterior hacia EE.UU., después de un sexenio turbulento con su histórico socio en la región durante el Gobierno de su predecesor.

Para conmemorar su primer año en el poder, el presidente, hijo del difunto dictador Ferdinand Marcos, pronunció este jueves un discurso en el Centro Cultural de Filipinas en Manila en el que abogó por seguir trabajando de forma “inteligente” y “muy conscientes”.

En sus primeros doce meses, Marcos Jr. se ha centrado en tratar de enderezar la economía golpeada por la pandemia de la covid-19 y la inflación global, y en su acercamiento a EE.UU., al tiempo que ha conseguido esquivar cualquier debate sobre los abusos y la corrupción bajo el régimen de su padre (1965-1986).

GIRO POLÍTICO

El 30 de junio de 2022, Marcos Jr. juró el cargo como presidente de Filipinas tras arrasar en los comicios con más del 60 % del apoyo popular, lo que supuso el regreso de la dinastía Marcos al poder 36 años después de que su padre fuera depuesto tras una revolución pacífica en 1986.

“Amigo de todos y enemigo de nadie” fue la consigna que Marcos Jr. repitió tras su llegada al poder para apuntalar una supuesta neutralidad que buscaba no alinearse ni con EE.UU. ni con China, después de seis años de presidencia del polémico Rodrigo Duterte (2016-2022), que abogó por acercarse a Pekín en detrimento de Washington.

Una anomalía histórica que Marcos Jr., que hizo tándem electoral con la hija de Duterte, la actual vicepresidenta Sara Duterte, tardó solo unas semanas en corregir a pesar de que los expertos vaticinaban una política continuista con su predecesor.

Un mes después de alcanzar la presidencia, el secretario de Estado de EE.UU., Anthony Blinken, aterrizó en agosto en Manila para expresar el apoyo explícito de Washington a Manila ante el desafío territorial que China fuerza desde hace un década en aguas territoriales filipinas en el mar de China Meridional.

Pekín y Manila mantienen una disputa por la soberanía de varias islas y atolones en el archipiélago Spratly y el Bajo de Masinloc, a menos de 200 millas náuticas de la costa occidental filipina, límite que Naciones Unidas reconoce como frontera marítima entre Estados.

Precisamente esta pugna territorial y la falta de inversiones que preveía por parte de Pekín hizo que ya Duterte enfriara, según los expertos, su relación con China en sus últimos años.

Marcos Jr., consciente del apoyo popular que suscita entre el Ejército filipino y la ciudadanía la alianza militar y cultural con EE.UU, consolidó el retorno de la política exterior filipina hacia su socio histórico en la región con la primera visita de Estado a Washington de un presidente filipino en más de una década, donde fue recibido con honores en el Pentágono en enero de este año.

CRECIMIENTO ECONÓMICO E INFLACIÓN

Otro gran desafío al que Marcos Jr. se ha enfrentado en su primer año de mandato ha sido la inflación global provocada por la invasión rusa de Ucrania, que ha golpeado con especial dureza al archipiélago asiático, cuya dependencia energética y alimentaria del exterior ha laminado el poder adquisitivo de una población vulnerable que sufrió uno de los encierros más largos de mundo durante la pandemia.

En un discurso de hoy, Marcos Jr. reconoció que “aun queda mucho trabajo por hacer” en materia económica, y dijo que su Gobierno debe “deshacer 30, 35, casi 40 años de abandono en lo que respecta al sector agrícola”.

A pesar de que el país creció con fuerza en 2022 (7,6 %) y crecerá previsiblemente un 6 % en 2023, según el Fondo Monetario Internacional, los precios de los alimentos se dispararon a finales del año pasado, llegando las cebollas a triplicar en navidad el precio en Suiza o Dinamarca al alcanzar los 700 pesos el kilo (12,70 dólares).

Mientras que la última encuesta publicada por Pulse Asia en marzo otorga un porcentaje de aprobación del 78 % al Marcos Jr. y un 82 % a la vicepresidenta, muchos filipinos están preocupados por la inflación, especialmente por los precios de los alimentos.

Por otro lado, los expertos coinciden en señalar que la nueva administración ha dado pasos importantes para liberalizar una economía muy dominada por los oligopolios, permitiendo, por ejemplo, que las empresas foráneas en proyectos de energías renovables retengan el 100 % del capital extranjero, lo que ha despertado un gran interés entre las empresas de energía verde más importantes del mundo.

Federico Segarra

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