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Lima, 13 jul (EFE).- La variedad cultural peruana se traslada a las tablas del Gran Teatro Nacional de Lima que se llena este mes, en el que el país conmemora su independencia, con una emotiva celebración de danzas, música y color que recorren los principales bailes y paisajes de la geografía para hacer recordar al espectador lo que significa ser peruano.

Integrantes del Ballet Folclórico Nacional del Perú realizan un ensayo de la danza guerrera "Shapish", parte del espectáculo "Retablo de Fiestas Patrias", el 10 de julio de 2023 en Lima (Perú). EFE/Paolo Aguilar

“Buscamos que el ciudadano se encuentre con sus raíces y con su identidad”, señaló el director de la Dirección de Elencos Nacionales del Ministerio de Cultura, Italo Ilizarbe, tras un ensayo general del Ballet Folclórico al que tuvo acceso EFE.

Integrantes del Ballet Folclórico Nacional del Perú realizan un ensayo de la danza "Marinera", parte del espectáculo "Retablo de Fiestas Patrias", el 10 de julio de 2023 en Lima (Perú). EFE/Paolo Aguilar

Retablo de Fiestas Patrias es un espectáculo donde las danzas de la selva, de la costa y de la sierra se combinan creando un relato que recuerda el origen de la República y los valores de los peruanos.

Los bailes cambian a la velocidad de saltos y zapateos y hacen viajar al espectador a todos los rincones del país a través de danzas tan dispares como las que mezclan sonidos de animales amazónicos, rescatan e incluso satirizan ritmos españoles o homenajean a divinidades de la cosmovisión andina de las montañas.

Ilizarbe explicó que el hilo de la representación comienza por la construcción de la nación peruana, momento en el que se buscó un pacto social, atraviesa una parte más emotiva donde la danza es el centro de las celebraciones, y recorre a través del baile los valores de los habitantes del país andino.

“Las danzas peruanas se caracterizan por incorporar aspectos religiosos y elementos de la agricultura”, anotó el director.

“Hay muchas personas de las regiones que han migrado aquí a Lima, y de alguna u otra forma en esta temporada de fiestas patrias, más allá de la identidad del país, el espectáculo recuerda qué han vivido, de donde vienen, sienten nostalgia, se van contentos. Les hace recordar y a la vez pueden conocer la gran diversidad”, dijo a EFE el bailarín Ángel Ricardo Núñez.

Por ejemplo, el baile de marinera, que interpreta Núñez, nació con la mezcla de ritmos españoles que afroperuanos imitaron y adaptaron junto con pasos indígenas, y que ahora en el show decenas de danzantes representan alegres y seductores vestidos de volantes blancos y rojos.

VIAJE POR PERÚ

El recorrido por los recuerdos y la geografía peruana es posible gracias a la pasión y esfuerzo de más de 40 bailarines como Claudia Ortega y Ángel Ricardo Núñez, que pertenecen al elenco del Ballet Folclórico desde su fundación hace casi 15 años.

“Los bailes regionales del país son completamente diferentes entre sí y requieren diferentes técnicas, por lo que trabajamos a diario para reforzar cada una, es un trabajo arduo”, comentó Ortega.

Núñez anotó que no solo aprenden coreografías, sino que también el origen e interpretación de estas, pues cada una nace de una tradición diferente y transmite distintos sentimientos.

Por ejemplo, el Shapish es una danza guerrera en la que los bailarines portan plumas de pavo real en la cabeza, máscaras que imitan los rasgos de los españoles en su llegada a Perú y lustrosos zapatos negros.

El baile conmemora los tiempos difíciles de un pueblo originario de Huancayo, en el centro del país.

Los bailarines también transforman el escenario con túnicas, fechas y gritando sonidos de monos y pájaros para danzar io patati, del pueblo indígena shipibo-conibo, en el Amazonas.

Además de hacer sentir en casa al espectador en este recorrido, Ilizarbe relató que aspiran a que esta exhibición sea también un puente para despertar el interés por el patrimonio.

“Apreciar este espectáculo permite que después la población peruana que normalmente no se acerca mucho al folklore, se interese por las danzas y músicas peruanas. Que pueda realizar viajes al interior del país, ver infraestructura o sitios arqueólogos, ir a carnavales, festividades religiosas en las regiones, todo esto es lo que se pretende estimular”, comentó.

Coincidió con él Núñez, al explicar que esta representación va más allá de un mero entretenimiento.

“Lo importante es que a partir de estas danzas el público se dé la oportunidad de ir a las regiones y puedan conocer más de cerca las festividades regionales, fiestas religiosas, carnavales, festivales (…) Queremos como elenco ir más allá y que el público tenga ese interés de conocer un poco más”, dijo.

Retablo de Fiestas Patrias, que comienza sus funciones el 21 de julio en el Gran Teatro Nacional, ya vendió todas las entradas hace semanas.

“Hemos logrado que mucha gente pague una entrada en un teatro para ver folclore, que no es lo se que tenía acostumbrado. Es un logro muy importante para nosotros”, concluyó Ortega.

Paula Bayarte

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