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TORONTO, 01 OCTUBRE.- El renombrado escritor y activista de derechos humanos colombiano Héctor Abad Faciolince dice haber perdonado a quienes asesinaron a su padre hace 37 años. Pero no cree que luego de ese hecho violento -sucedido en Medellín Colombia en
1987- ése gesto suyo sea una gran gracia. Cita entonces a Jorge Luis Borges cuando escribió -en referencia a un amor ingrato-: “Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón”.

Abad Faciolince pasó por Toronto esta semana y el martes un auditorio ávido le escuchó hablar de cómo desde la perspectiva de la experiencia con la violencia vivida por su familia él ha podido como escritor contar y entender la complejidad de la violencia en Colombia.
“Es un proceso largo. Mi padre se declaraba un sobreviviente del proceso que se conoce como la Violencia, iniciada en 1948. Cuatro de los amigos de mi padre fueron asesinados en esa época”.

“No soy propiamente un activista, ni un sociólogo, aclara. “A partir del proceso de paz con las Farc ha habido una disminución de la violencia, afortunadamente, también de la violencia paramilitar desde su desmovilización. Ha habido muy poca justicia. Mi padre,
como epidemiólogo medía la violencia con la tasa de homicidios por cada cien mil habitantes… esa tasa viene bajando, muy inferior ahora a la que hubo por ejemplo en 1991 –el año pico- Siguen amenazando y matando al mismo tipo de personas -líderes sociales-, lo que ha cambiado no es la cualidad de las cosas que pasan, sino la cantidad”.

Como es común, a su padre, un defensor de la salud pública y los derechos humanos, lo mataron paramilitares de derecha, pero el crimen sigue impune. En el foro, moderado por el catedrático Víctor Rivas, se proyectó el documental Carta a una sombra, codirigido por su hija Daniela Abad y Miguel Salazar. El audiovisual se basa en la aclamada novela de Abad Faciolince El olvido que seremos.

Abad agradeció la invitación del programa de Estudios Latinoamericanos, parte del Departamento de Español y Portugués en la Universidad de Toronto, y que tuvo el apoyo del Jackman Humanities Institute y el Departamento de Historia. El lunes ya había estado en una conversación cándida con el público sobre su vida y su obra literaria – moderada por el profesor Luis van Isschot -director del programa de
Estudios Latinoamericanos-.

En su estancia en la ciudad también participó en el renombrado Festival Internacional de Autores de Toronto y fue invitado por Pen Canadá -entidad que aboga a nivel internacional por la libre expresión. Encantado con Canadá, seducido con la ciudad, confesó que le ha escrito un soneto a Toronto. “Borges solía escribir sonetos en cada ciudad que visitaba; el mío no será tan bueno, pero ahí quedará”, dijo con humildad y con humor quien es considerado una de las plumas más sobresalientes del post-boom latinoamericano.

Abad Faciolince es autor de quince libros, entre ellos las novelas best-seller Angosta (2004), La Oculta (2014) y, más recientemente, Salvo mi corazón, todo está bien (2022). Su trabajo ha sido traducido a quince idiomas. El olvido que seremos, su novela más célebre, es un memorial y la meditación de un artista sobre la ausencia y la memoria, basado en la lucha de su padre, Héctor Abad Gómez. Este libro, y su labor periodística, lo ubican como uno de los autores más destacados del ámbito de los derechos humanos.

Abad Faciolince ha recibido múltiples premios como el Casa de América, Lisboa (2014); y Premio al Libro de Derechos Humanos de WOLA-
Universidad de Duke (2012), entre otros.

(Este artículo es una colaboración especial de Freddy Velez para el Hispanic Post / Fotos: Carlos y Gloria Castaño)

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